viernes. 19.04.2024
Imagen de archivo de una protesta trabajadores Siro en Toro
Imagen de archivo de una protesta trabajadores Siro en Toro

Los trabajadores de la planta de Siro en Toro fían su futuro a la Junta de Castilla y León. Está en juego el futuro de 288 familias tras la decisión del grupo de paralizar la actividad de todas sus plantas en Castilla y León ante la retirada de los inversores, solo 24 horas después de que los empleados rechazaran el plan de competitividad que proponían estos fondos para reflotar la compañía.

"Esperemos que la Junta se implique y pueda revertir la situación", señala la presidenta del comité de empresa de la planta de Siro en Toro, María José de la Iglesia, que confiesa que son "momentos muy duros para los 288 trabajadores" que podrían quedarse en la calle si "no se ponen soluciones".

Cerealto Siro anunció ayer que paraliza su actividad en las fábricas de Castilla y León para no incrementar su deuda, que alcanza los 300 millones de euros.

La retirada de los fondos inversores tras la negativa de los trabajadores a dar su visto bueno a un plan de competitividad que, coinciden, "lastra sus derechos", ha abocado a la empresa a tomar esta decisión que en Toro deja sin empleo a 288 personas.

La paralización de la actividad será "progresiva", apunta María José de la Iglesia, aunque asegura que, por el momento, "no sabemos nada". La presidenta del Comité de Empresa de Siro en Toro confía en que la reunión con Mañueco, el próximo miércoles, a las 11.30 horas, sirva para revertir la situación de la fábrica. "Esperamos que la Junta se implique y aporte soluciones", confía.

El comité de empresa de Siro en Toro ante la reunión con Mañueco: "Esperamos que la...