Las quejas han sido trasladadas ya a la Delegación Territorial de Educación en Zamora, desde donde se ha emitido una respuesta que ha causado más indignación que tranquilidad entre las familias: “Abrir las ventanas, ventilar bien y no promover acciones que supongan esfuerzo a los pequeños, la gimnasia no es oportuna”.
Altas temperaturas, soluciones insuficientes
Tanto padres como personal educativo han constatado que el centro alcanza temperaturas superiores a los 30 grados, algo que vulnera de forma clara la normativa estatal que establece un máximo de 28ºC en los espacios públicos cerrados, incluidos los centros educativos.
Desde Educación se han limitado a explicar que se han renovado los toldos del edificio para generar sombra en los patios y ventanales, y se han dado una serie de “recomendaciones” que para muchas familias resultan insuficientes y poco realistas en pleno verano y en plena ola de calor.
Entre estas medidas figuran:
-
Ventilación cruzada en las primeras horas del día.
-
Bajada de persianas.
-
Acceso constante a agua fresca.
-
Ropa ligera para los pequeños.
-
Evitar la actividad física en las horas más calurosas.
Pero los padres insisten: “Eso no es una solución real, es un parche. Lo que hace falta es aire acondicionado, como el que se exige en las guarderías privadas. Estamos hablando de bebés y niños muy pequeños que pasan horas en un entorno que no cumple las condiciones mínimas de confort térmico”.
Equipos de climatización... que no llegan
Desde la dirección del centro educativo se ha informado de que se han solicitado equipos portátiles de refrigeración, pero a día de hoy no han sido entregados ni instalados. Mientras tanto, el calor sigue subiendo en el interior de la guardería, y la preocupación de padres y profesionales no deja de aumentar.
“Lo importante aquí son los niños y niñas, y no entendemos cómo en pleno 2025, en un centro público gestionado por la Junta, no hay una instalación básica como es la climatización”, lamentan los familiares. Muchos señalan que si esto ocurriera en un centro privado, las sanciones no se harían esperar.
Una llamada urgente a la responsabilidad institucional
La situación ha encendido las alarmas en Toro y ha puesto sobre la mesa un debate que trasciende lo local: ¿cómo es posible que en pleno verano y ante alertas por ola de calor, una guardería pública carezca de climatización adecuada?
Padres, trabajadores y ciudadanía piden una actuación inmediata de la Junta de Castilla y León, no solo para resolver el problema actual, sino para garantizar que el bienestar de los más pequeños no dependa del azar meteorológico ni de medidas improvisadas.
