La ciudad de Toro vive la Navidad sin agua potable. Y es que fue el 21 de diciembre cuando se informó nuevamente que el agua volvía a no ser apta para el consumo. De hecho, unos días antes se personó la inspectora de Sanidad en la ciudad y declaró que el agua volvía a no ser apta para el consumo por contar con arsénico.
No es la primera vez. De hecho, durante el mes de diciembre el vaivén ha sido una constante. Días con agua y días que no. A pesar de que se pueda utilizar para la ducha, fregar o lavarse los dientes, no es suficiente. Y es que, los vecinos llevan ya casi diez días sin agua potable para consumo y para cocinar.
Para paliar los efectos de esta situación, en Toro se dispone de tres plantas portátiles para el abastecimiento mediante garrafas en el paseo del Canto, la plaza San Francisco y la Plaza Mayor de Tagarabuena.