En un control del destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Zamora se detectó, en el kilómetro 34, en el término municipal Ferreras de Arriba, a un turismo, marca Citroën, que circulaba a una velocidad de160 kilómetros por hora en una vía con un límite establecido en 70, es decir, duplicaba la velocidad permitida.
Al conductor del citado vehículo, una vez requerido por los agentes, se le investigó como presunto autor de un supuesto delito contra la seguridad vial al conducir un vehículo a motor superando la velocidad máxima permitida en 80 kilómetros por hora en vías interurbanas. El investigado, así como las diligencias instruidas, fueron puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Benavente.
Este tipo de acciones al volante no solo ponen en peligro la propia integridad física del conductor, sino la de sus acompañantes, en el supuesto de transportar pasajeros, y la del resto de usuarios de la vía. Además de las más que posibles fatales consecuencias en el supuesto de una colisión o una salida de vía a esas velocidades, en caso de una reducción drástica de velocidad o una súbita maniobra evasiva se alargan las distancias de parada y aumentan las posibilidades de perder el control del vehículo, respectivamente, coadyuvando al accidente.
De hecho, las penas de prisión por este tipo de delitos son de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días y, en cualquier caso, con la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotor por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.