La Guardia Civil denuncia a dos conductores profesionales en la provincia de Zamora con presencia de drogas en el organismo

Los dos conductores conducían camiones de gran tonelaje , uno de ellos había provocado un accidente en la A-52  
foto archivo - prueba de deteccion de drogas
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 La Guardia Civil está comprometida con la disminución de la siniestralidad en las carreteras españolas. Para ello desempeña las funciones que la legislación le encomienda de vigilancia y control del tráfico y del transporte en las vías públicas interurbanas.

Tras la intensificación de la vigilancia sobre el colectivo de conductores profesionales, motivado por su incidencia directa en las cifras de siniestralidad, patrullas del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Zamora detectaron a lo largo de la semana pasada a dos conductores de camiones de gran tonelaje conduciendo con la presencia de drogas en el organismo.

La noche del jueves día 7, tras producirse un siniestro vial en el kilómetro 8 de la Autovía A-52, término municipal de Manganeses de la Polvorosa, una patrulla de Tráfico de la Guardia Civil realizó la correspondiente prueba de drogas al conductor del camión que provocó el siniestro, arrojando el mismo un resultado positivo en cocaína y cannabis.

La tarde del domingo día 10, en el transcurso de un control de velocidad, alcohol y drogas, en el kilómetro 60 de la A-52, término municipal de Mombuey, patrullas del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil le realizan la prueba de drogas al conductor de un camión que arroja un resultado positivo en opiáceos y cocaína.

La Guardia Civil de Tráfico de Zamora mantendrá a lo largo de todo el trimestre una intensificación de la vigilancia sobre los conductores profesionales, especialmente en lo referente al consumo de alcohol y drogas. 

La ingesta de bebidas alcohólicas así como la de drogas y sustancias tóxicas influye en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro vial. 

Estas conductas al volante pueden conllevar administrativamente hasta 1.000 € de sanción y penalmente podrán ser castigadas con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.   

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