“La cofradía de Jesús Nazareno estrenaba ayer las nuevas estructuras de las mesas de Jesús Camino del Calvario y de la Virgen de la Soledad. Unas mesas que no habían sido cargadas previamente a causa de la pandemia, ya que los traslados se hicieron en su día sobre ruedas para respetar las distancias y la procesión ha sido suspendida durante dos años”.
De esta manera se ha pronunciado la Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación sobre las múltiples quejas y críticas por lo que muchos han cuestionado como una pésima organización por parte de una de las procesiones más esperadas de nuestra Semana Santa.
A los cambios motivados por las obras en la iglesia de San Juan se sumaron una serie de imprevistos -algunos de ellos motivados por el estreno de las nuevas estructuras de dos mesas y la falta de ensayos a causa de la pandemia-, pero también por una serie de fallos durante el propio desarrollo de la procesión, incluido el descanso reglamentario de 35 minutos que se alargó más allá de una hora y que fue cuestionado incluso por los propios hermanos.
La Cofradía explica que “un fallo técnico, ajeno a la cofradía y a los cargadores -los banzos y travesaños han sido colocados unos veinte centímetros más bajos de su emplazamiento habitual-, motivó serios problemas para ambas plantillas, especialmente para la de Jesús Camino del Calvario, cuyos cargadores apenas podían ponerse en pie, levantando el paso prácticamente en cuclillas”.
“Lejos de hacer una mala carrera”, continúan, “estos hermanos tuvieron que soportar un esfuerzo sobrehumano para llevar el paso sobre sus hombros en esas condiciones, que detectaron a la salida misma del Museo. Para ellos nuestro cariño y agradecimiento por hacerlo posible. Sois admirables”, precisa.
“Para paliar este problema, el cotanero de la cofradía colocó durante un fondo las ruedas que el paso tiene en el Museo, lo que prolongó ese fondo durante más de un cuarto de hora, para aliviar unos centímetros el espacio de alzada de los cargadores, que gracias a Dios no sufrieron ningún daño físico.
Revisado varias veces el itinerario de la procesión, dos pasos tuvieron que dar una vuelta imprevista en la Plaza de Sagasta, al instalar una caseta de dulces y garrapiñadas con un cable que impedía el paso de La Elevación de la Cruz y La Agonía. Estos problemas, resueltos sobre la marcha, retrasaron la subida hacia Las Tres Cruces al tener que rodear la rotonda de la Plaza de Sagasta”.
Desde la cofradía agradecen la “impecable labor” d realizada tanto por su abad, viceabad y el equipo de organización, “que llevan meses trabajando en la procesión y en un momento, como es su salida, que constituyen probablemente el más difícil de la Semana Santa por las características especiales de esta noche”, remarcan.
“Nuestro reconocimiento también a la impagable labor del cotanero, que lleva días sin horas dedicado a su tarea, y al ejemplar comportamiento de los hermanos de paso de Jesús Camino del Calvario y de La Soledad, que realizaron una procesión con un sobreesfuerzo impresionante, frente a las críticas de quienes no sabían ni podían conocer las difíciles circunstancias que sorteaban.
En cuanto al acto de la Plaza Mayor, la cofradía recuerda que este año la obligatoria distancia en eventos multitudinarios celebrados en interiores no permitía la normal organización en la iglesia de San Juan. Al ser un acto extraordinario, también la cofradía quiso que la banda de cornetas y tambores tuviese un reconocimiento en su primera salida a la calle después de la pandemia, tras soportar ensayos a la intemperie en el duro invierno para respetar aforos y distancias. Fue también una manera de honrar a tantos hermanos y hermanas, a tantos cofrades como nos faltan este año. Por ellos nuestra oración y nuestra procesión.
Todo ello se ha hecho desde el respeto, el cariño y el trabajo callado de muchas personas, directivos y no directivos, a quienes agradecemos su implicación y colaboración.
Por fortuna estos problemas serán subsanados y así se le pedirá a la empresa responsable de la estructura de las mesas, que ya hizo un impecable trabajo con el paso de La Caída, y a la que se le pedirán las oportunas rectificaciones.
Zamora ha podido vivir su madrugada del Viernes Santo, una madrugada distinta por las circunstancias, pero con el mismo sentimiento y emoción de acompañar a Jesús Camino del Calvario y a la Virgen de la Soledad.
Como directiva asumimos las críticas a las que siempre estaremos expuestos e intentaremos mejorar cualquier detalle que haya podido fallar. Ilusión y ganas de trabajar para hacerlo no nos faltan. Humildad para asumirlas tampoco, pues como humanos que somos todo es mejorable y ese es nuestro empeño año tras año”.
Por último, desde la Cofradía agradecen públicamente a todos los hermanos de paso de todos los grupos escultóricos, cofrades de fila y zamoranos en las aceras “su respeto, cariño y comprensión y su ejemplar comportamiento en un retorno a la calle que no ha sido fácil pero que hizo que la procesión luciese con todo su esplendor en la mañana del Viernes Santo. A los floristas, a Protección Civil, Policía Municipal y Policía Nacional su labor en esta madrugada y todos los días del año”.
“También agradecemos a quienes nos han aportado críticas que nos ayuden a mejorar, a superarnos y a crecer. En nuestro cargo y responsabilidad va implícito todo ello.
Gracias de corazón a las bandas de música que acompañaron a los pasos en la procesión, a nuestras queridas Bandas de Música de Zamora y de Nacor Blanco, y a nuestra Banda se Cornetas y Tambores, nuestro gran orgullo.
Nuestro reconocimiento, cariño y agradecimiento para todos los que hicieron de la de ayer una madrugada inolvidable e histórica, a pesar de los contratiempos. Seguimos construyendo juntos.
Cuando las puertas del Museo se cerraban detrás del paso de La Agonía, allí mismo comenzaba la Madrugada del Viernes Santo de 2023.
Hoy estaremos junto a nuestra Madre, la Virgen de la Soledad, y le pediremos salud para poder acompañarla el año que viene”.
