El público aplaudía a unos cofrades "desesperados" que, a su vez, abucheaban y silbaban en protesta por la "mala organización" que se vivió durante la procesión de la Cofradía de Jesús Nazareno.
Relatan algunos de los hermanos que la organización fue "pésima" desde el inicio de la procesión en la madrugada del Viernes Santo y que la subida hasta las Tres Cruces fue un "desastre".
Pero, además, se quejan de que el descanso habitual de 35 minutos se alargó algo más de una hora, mientras los cofrades que esperaban en las Tres Cruces para incorporarse al desfile desconocían el motivo del retraso.
Unos mil hermanos se quedaron atrás, solos, desde Tres Cruces hasta Santa Clara, momento en el que algunos cofrades comenzaron a quejarse a los celadores y algunos de ellos, que iban acompañados con niños, decidieron irse. El final de la procesión fue igual de "desastroso" y algunos cofrades, "muy indignados", comenzaron a avanzar por medio del desfile y silbaban y abucheaban a los celadores, mientras el público, consciente de que los hermanos llevaban esperando mucho tiempo, aplaudía en señal de apoyo.
Ya en la Plaza Mayor, la espera también se alargó tres cuartos de hora de pie, lo que provocó que uno de los cofrades sufriera un desmayo. Y, además, muchos hermanos se quejan de que no pudieron despedir a la Soledad porque el paso continuaba demasiado atrás, en la calle Renova.
A ello se une las malas formas que tuvieron que soportar algunos compañeros de los medios de comunicación, increpados por estar realizando su trabajo.
