65 años de amor, devoción y Amargura. La tarde de este Lunes Santo estará marcada por los aniversarios de dos de los cinco pasos y andas que procesionan junto a la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída como son la Corona de Espinas de José Luis Alonso Coomonte y la Virgen de a Amargura.
Esta última, obra del escultor zamorano Ramón Abrantes fallecido en el año 2006 fue la única que dejó como legado en la ciudad del Duero exceptuando la restauración que en 1961 efectuó en la talla de Jesús en su Tercera Caída. La imagen corresponden a la de una Virgen castellana en la que el autor no prescinde de su sello personal en forma de una madre que alza la mirada al cielo angustiada pero sin lágrimas en los ojos, muestra de un dolor contenido.
Imagen "de bastidor", únicamente está tallada en su totalidad en las partes visibles (cabeza, manos y pies) talladas en madera de cerezo y cuenta con 1,82 metros de altura siguiendo las medidas del resto de imágenes y grupos escultóricos de la Hermandad para asegurar una armonía estética. El resto del cuerpo emplea madera de pino.
La imagen fue bendecida en 1959, viste túnica blanca de lamé plateado y desde 1963, un precioso manto de terciopelo negro bordado con cruces de oro, en los laterales presenta un diseño de grecas con motivos vegetales que lo dirigen hacia el centro del mismo donde en su interior se inscribe el anagrama coronado de la Virgen María.
La tradición indica que en el anverso de las cruces figuran los nombres de la personas que contribuyeron con sus donativos a su confección.