En un rincón del Café Bar Universal 2.0, en la emblemática Plaza de los Ciento de Zamora, se despliega un mundo de colores, emociones y fervor religioso en forma de pinturas gracias a Luz Penitente. No son las obras de un artista consagrado, sino las creaciones de Miguel Viñas Cuesta, un joven zamorano de tan solo 13 años que ha capturado la esencia y la pasión de la Semana Santa con su pincel.
La exposición, que ha cautivado a quienes se han detenido a contemplarla, es un testimonio del talento y la sensibilidad artística de este zamorano. En cada trazo, en cada detalle meticuloso, se puede sentir el amor y la devoción que el joven artista ha volcado en su obra. Desde las procesiones silenciosas hasta las escenas vibrantes de la Pasión, cada pintura lleva consigo una historia, una emoción, un momento de reflexión.

Una exhibición que no es solo una muestra de sus habilidades artísticas, sino también una manera de compartir su conexión personal con la Semana Santa. A través de sus obras, busca transmitir la belleza y la profundidad de esta celebración religiosa tan arraigada en la cultura zamorana. Y lo logra con creces, dejando una huella imborrable en quienes tienen el privilegio de contemplar sus pinturas.

Adentrarse en la exposición de Viñas Cuesta es adentrarse en un mundo de asombro y admiración. Es experimentar la Semana Santa a través de los ojos y el corazón de un joven talentoso que, con su arte, nos recuerda la importancia de la fe, la tradición y la creatividad en nuestra vida cotidiana.