Zamora sienta ya su Pasión. Ante la falta de referencia por segundo año consecutivo del Museo de Semana Santa, la ciudad disfruta de los preparativos previos que obligan a vaciar templos como San Andrés y la panera de Jesús Nazareno.
Ha sido en una mañana de sábado marcada por el paso de los tambores que sirven de guía para los cargadores, atentos a las directrices de un jefe de paso con la vista puesta en salvaguardar las salidas y entradas de los espacios. Maniobras al detalle también para organizar los pasos procesionales que ya descansan en una de las dos naves construidas por la Junta Pro Semana Santa en la plaza de Claudio Moyano.
Hasta ahí se dirigían la totalidad de pasos de Jesús Nazareno Vulgo Congregación -a excepción del Cinco de Copas y la Soledad que descansa en San Juan-, así como tres de la Real Cofradía del Santo Entierro. El Descimiento, El Descendido y San Juan y la Virgen han completado la imaginería de una carpa que rezuma a jornada del Viernes Santo.
Día de intenso seguimiento por parte de cientos de zamoranos que, a sabiendas de estas maniobras, no han querido perder detalle y se han apostado estratégicamente en los accesos para ser testigos de este momento que supone la antesala de la Pasión en un año, nuevamente atípico, pero que deja imágenes para la posterioridad.
El descanso de los cargadores o la imagen de los más pequeños querido sentir el peso de algunos de estos pasos que llegan a alcanzar los 1.250 kilos forman parte de una jornada en la que se siente la inminente llegada de los días grandes.
Por el momento, las imágenes y grupos escultóricos descansarán en esta nave que volverá a ser testigo de nuevos movimientos el sábado, 23 de marzo, cuando los tres grupos escultóricos del Santo Entierro abandonen el recinto rumbo a la otra carpa levantada junto al templo de San Esteban y desde el que la Cofradía iniciará su recorrido en una tarde teñida por el luto.
ACCESO A LA GALERÍA FOTOGRÁFICA por ANA LLAMAS y ESTEFANÍA VEGA

