El Santo Entierro tiene el relevo generacional asegurado. La llegada de las nuevas generaciones afianza aún más el futuro de la Real Cofradía que procesiona en la tarde del Viernes Santo por las principales calles de Zamora en una jornada doblemente ilusionante para sus hermanos de fila.
Y es que después del traslado de los diferentes pasos a la carpa que la Junta Pro Semana Santa ha levantado en la plaza de Claudio Moyano y que ha congregado a cientos de zamoranos, esta tarde la SI Catedral vivía una tarde de misa e imposición de medallas.
El acto de recibimiento de los nuevos cofrades que pasarán a portar por primera vez la túnica de terciopelo negra se ha extendido hasta los 110 nombres que este año se incorporarán ya a las filas como hermanos de pleno derecho.
Un acto cargado de emociones ante el gran porcentaje de menores y especialmente de bebés de menos de 24 meses. Padres, madres y hermanos se han agolpado para llevar a sus pequeños en brazos, en el mismo gesto que repetirán en menos de tres semanas cuando salgan bajo el sol de las 16:15 horas rumbo a la Catedral.
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