Esto se produce tras la reciente dimisión en bloque de la Junta de Gobierno encabezada por Isabel García Prieto.Llama a la Unidad y al Diálogo
El obispo Valera, al conocer la renuncia masiva, hizo un ferviente llamado a la calma y a la búsqueda de soluciones mediante el diálogo. “Desde que he llegado a esta diócesis, he tratado de que todas las realidades eclesiales estén imbuidas de un nuevo estilo, consistente en la apertura, el diálogo, la participación de todos y la escucha de todos los puntos de vista, por mucho que sean divergentes. Esto es lo que no podemos perder, pase lo que pase. Este modo sinodal tendrá que seguir preñando todas nuestras realidades pastorales. El desencuentro y la discusión son humanos. La rivalidad y el enfrentamiento no son cristianos”, afirmó el obispo.
Valera también ofreció su colaboración personal para ayudar a reconducir la situación y aseguró que la identidad cristiana debe prevalecer incluso en momentos de conflicto. “Desde ya mismo me ofrezco para ayudar a reconducir esta situación”, añadió.
El Papel de las Cofradías y la Responsabilidad Compartida
El obispo subrayó la importancia de las cofradías en la representación de la iglesia en Zamora, tanto en actos públicos como privados. “Los presidentes de las cofradías son los representantes del obispo en las asambleas y en todos los actos públicos y privados”, explicó Valera, quien reiteró su llamado a buscar la paz y a encauzar los desencuentros. “Vuelvo a llamaros a todos a buscar la paz, a bajar la temperatura de las discusiones, a encauzar los desencuentros y, de este modo, a mantener la identidad cristiana”.
Además, Valera destacó que, independientemente del procedimiento canónico que la diócesis seguirá escrupulosamente, las cofradías deben demostrar que son más que una simple asociación civil. “Es el momento de hacer verdad y de mostrar tanto a nuestra iglesia como a la sociedad, que no sois un grupo más ni una asociación civil sin más. Que sois cristianos. Que aquí, en todos vosotros, en vuestros actos, en vuestras acciones y también en vuestros puntos de vista, legítimamente diferentes, la fe en nuestro Señor es la motivación fundamental que os hace continuar”.
Apelación a la Responsabilidad
Por último, Fernando Valera apeló a la responsabilidad de todos los involucrados para mantener una Semana Santa que es emblemática y significativa para la capital zamorana. “La Semana Santa es la señal más sobresaliente y emblemática de nuestra capital, tanto más aún, cuanto más sepa sobreponerse a estos duros momentos”, concluyó el obispo.
El mensaje del obispo Valera es claro: ante la crisis provocada por la dimisión de la Junta pro Semana Santa, es fundamental que todos los actores involucrados trabajen juntos, con serenidad y espíritu cristiano, para asegurar la continuidad y la integridad de una de las tradiciones más queridas de Zamora.
