El Ramos Carrión se vestía de gala con la Banda de música maestro Nacor Blanco como protagonista. Un repertorio que ha llevado al traslado una semana antes de la pasión a los espectadores que han disfrutado con las marchas procesionales tradicionales y con otras no tanto.
La pasionaria, de José Franco junto con la Soledad, La Dolorosa de Antonio San Nicolás, Juana de Arco de Gounoud, Marcha fúnebre de Jerónimo Oliver, junto con Redención una obra que se estrenaba para la ocasión de Gustavo Cabanas Calvo, San Miguel Arcángel de J.M.Izquierdo, Semana Santa en Zamora de José Tesifón y las archi conocidas Getsemaní y Mater mea de Ricardo Dorado ponían a los espectadores el bello de punta.
Con los temas interpretados por la Banda dirigida magistralmente como de costumbre por un Álvaro Lozano que es ya un verdadero baluarte de la Pasión de Zamora y que en estos días hace de su batuta un mar de melodías para que los pasos de una Zamora volcada con la Pasión de Cristo lleven en los banzos las espaldas mecedoras de los cargadores que bajo los grupos escultóricos engrandecen los momentos de una Semana sin límite en la austeridad y en la devoción.
Con su gran cercanía y con las manos y bocas de un elenco de músicos que durante la Semana de Pasión harán llorar a muchos a su paso, la Banda de música Maestro Nacor Blanco rememoraba más de una decena de temas que encojen corazones por las calles de la Bien Cercada.
Hoy el adelanto de la Semana Santa de Zamora se llamó Banda de música maestro Nacor Blanco.
