Emocionante lo que una banda de MÚSICA con mayúsculas, la de Nacor Blanco podía ofrecer en una tarde de junio que emulaba a una de pasión, eso si con bochorno en la calle y mascarillas aún en las bocas y narices de todos, salvo de los músicos.
Esa Pasión en la calle que tantos hemos echado de menos y que se ha llevado en estos dos últimos años ilusiones, alegrías y a tantos zamoranos que aman o amaban su Semana Santa han sido emuladas en la tarde noche de este 13 de junio fecha aniversario de Luz Penitente.
Vello erizado al volver a escuchar los sones de pasión, las notas que hacen grande a una provincia vacía, pero llena de tradiciones, buena música y sobre sentimientos enraizados en torno a la Semana Santa.
Luz Penitente con Óscar Antón a la cabeza forman un grupo de personas que dan un sentido especial a la Semana Santa de Zamora. Arrancan desde la cantera, con los más pequeños como protagonistas a los que ayudan en su aprendizaje de como y quien es cada cual en la Semana de Pasión. Concursos de dibujo, visitas guiadas por el Museo de Semana Santa que es su segunda casa, y muchas más actividades a lo largo del año suponen un enorme e importante impulso al sentir zamorano semanasantero. Para ellos Semana Santa es todos los días 356/24/7
10 años haciendo de Zamora esa Luz Penitente que todos los hermanos de acera, de banzo, de banda, de penitencia quieren perpetuar para siempre en torno a la religión y sus costumbres.
Sonaban Crucifixión, Cristo del Perdón, Nazareno de San Frontis, Getsemaní, la Cruz, La Salve, Mater Mea, Nuestra Madre y como no nunca podía faltar Thalberg como colofón un especial momento al sonar en homenaje a ese tambor que redoblaba en las tardes y noches de Semana Santa, el de Churri, recientemente fallecido.
10 años de buen hacer de una asociación sin ánimo de lucro y que lucha por valores y tradiciones zamoranas.
Anselmo Esteban iba perfilando su cuadro en el que el protagonista era un mítico semanasantero fallecido semanas atrás Churri, y que fue componente de la Banda Nacor Blanco durante años, Álvaro Lozano su director hacía los honores y dedicaba la marcha a Churri, una forma de homenaje a un hombre que dio todo por la Semana Santa.
Entre marcha y marcha pincelada a pincelada, la lectura sería y entonada de Rubén Santamaría que hacia de cada soneto un vuelco al recuerdo de semanas santas y sentimientos cristianos cargados de emotividad.
Ya en las postrimerías, agradecimientos a patrocinadores y participantes en el evento del 10 aniversario de Luz Penitente ojalá sean otros 10 pedía Óscar Antón en su despedida y deseo de que el año que viene nos veamos todos en las calles ya procesionando y disfrutando de una Semana de Pasión con Luz Penitente y sin mascarillas ni desgracias.