Un legado de valientes que remó a contracorriente para desfilar en las calles zamoranas

La decisión de fundar una cofradía inclusiva, abierta a jóvenes menores de treinta años y mujeres, generó un fuerte rechazo en diversos sectores, incluso dentro de la comunidad eclesiástica, llegando a necesitar escolta policial en su primer desfile procesional

En 1988, se logró la incorporación con pleno derecho de las mujeres, quienes hoy en día disfrutan de los mismos derechos y obligaciones que los hombres dentro de la Hermandad Penitencial de las Siete Palabras

Siete palabras39 (25)
photo_camera Siete palabras39 (25)

La Hermandad Penitencial de las Siete Palabras surge de la valentía y la determinación de un grupo de estudiantes que, hace décadas, decidieron fundar una cofradía inclusiva y abierta a los jóvenes menores de 30 años, así como a las mujeres. Esta decisión, contemplada en sus primeros estatutos, generó un fuerte rechazo en diversos sectores, incluso dentro de la comunidad eclesiástica, llegando a necesitar escolta policial en su primer desfile procesional.

A lo largo de veinte años, luchó incansablemente por la igualdad y la inclusión, enfrentándose a polémicas y resistencias por parte de aquellos que defendían una tradición cerrada. Finalmente, en 1988, se logró la incorporación con pleno derecho de las mujeres, quienes hoy en día disfrutan de los mismos derechos y obligaciones que los hombres dentro de la Hermandad.

Santa María de la Horta sirve como sede, donde cada Martes Santo, tras celebrar la Santa Misa, se inicia el desfile procesional presidido por el Obispo de la Diócesis. Desde 1983, desfila con siete crucificados que se sitúan ante siete grandes estandartes que reproducen las palabras pronunciadas por Cristo en la Cruz, una representación conmovedora y profundamente espiritual.

A lo largo de su trayectoria, la Hermandad Penitencial de las Siete Palabras ha logrado alcanzar sus objetivos, desfilando con sus propios crucificados y adquiriendo obras de reconocidos artistas como Juan de Avalos, Coomonte, Ricardo Flecha o Fernando Mayoral. Su legado de valentía y compromiso con la inclusión y la igualdad perdura como un ejemplo de superación y fe en la Semana Santa de Zamora.

Comentarios