La Cofradía de la Virgen de la Esperanza trabajaba arduamente para idear un itinerario alternativo que se adapte a las circunstancias actuales. Ante la imposibilidad de cruzar el río por el Puente de Piedra, se han explorado diversas opciones, como prescindir de la salida desde Cabañales o modificar el recorrido por el casco antiguo, pero finalmente será sin puente y sin reflejo en las aguas del Duero, tampoco en la subida de Balborraz habrá saeta, pero si cantó la salve en la Plaza de la Catedral de Zamora.
Un recorrido íntegramente centrado en el Casco Histórico, con la Santa Iglesia Catedral como punto de referencia era la clave que ha destrozado la inclemencia meteorológica adversa y que se mantendrá durante toda la jornada de Jueves Santo. Una de las novedades más destacadas de este año era el adelanto también del arranque de la procesión, una medida tomada para adaptarse al creciente número de cofrades y damas, así como a las particularidades de este año atípico.
Los hermanos, vestidos con caperuz verde de raso y túnica blanca, y las hermanas, ataviadas con peinetas y lutos rigurosos, no han podido protagonizar un desfile diferente, sin el emblemático paso por el Puente de Piedra, donde solían caminar solas junto a la Virgen y las bandas, un momento que sin duda echarán de menos en esta edición, al igual que la suboda de Balborraz.
El itinerario alternativo que iba desde la Catedral, con los jardines del Castillo como punto de reunión. Desde allí, la procesión hubiera seguido por la Plaza Antonio del Águila, Obispo Manso, la Plaza Arias Gonzalo y Fray Diego de Deza, para luego descender por la Cuesta del Pizarro. Posteriormente, se hubiera retomado el recorrido habitual, "como si se saliera del puente", la procesión hubiera continuado por la avenida del Mengue, calle La Plata y Cuesta de Balborraz, para finalmente girar en la Plaza Mayor y dirigirse de regreso hacia la Catedral.
A pesar de los cambios, la devoción y el fervor de los zamoranos durante este Jueves Santo las inclemencias del tiempo mandan y solo en la Plaza de la Catedral se siente el halo de protección de una Virgen de la Esperanza que seguirá a la espera en su capilla de un año sin lluvias.
GALERÍA DE IMÁGENES por Aroa Colmenero
La procesión de la Virgen de la Esperanza seguirá siendo un momento de profunda emoción y conexión espiritual para la comunidad cofrade de Zamora. La subida por Balborraz no hará de nuevo el próximo 2025 más que estirar un momento de grandiosidad de la Semana Santa de Zamora en la mañana de Jueves Santo el momento en el que Zamora y Sevilla se unen con una saeta que se hace infinita en la cuesta arriba de cargadores y banda de Nacor Blanco, de hermanos de paso y de acera.