El Silencio recurre a los hermanos eméritos para reducir las listas de espera

photo_camera Mesa presidencial de la asamblea de la Real Cofradía del Silencio (Fotos: Pablo Alonso)

Los hermanos que no procesionen podrán ceder su sitio a nuevos cofrades sin perder sus derechos.

La Real Cofradía del Silencio intentará reducir las listas de espera con la colaboración de los hermanos eméritos, a quienes se les solicitará que entreguen voluntariamente su hachón (numerado), de forma que su vacío en el desfile procesional pueda ser cubierto por nuevas altas, sin que por ello pierdan sus derechos como cofrades.

Aspecto del salón de actos del MuseoFue precisamente un hermano emérito el autor de la propuesta, lanzada el pasado año en el capítulo de Ruegos y Preguntas y que hoy ha sido ratificada por la asamblea en un abarrotado salón de actos del Museo de Semana Santa. De esta forma, aquellos hermanos eméritos que ya no salen en la procesión del Miércoles Santo ceden la posibilidad de ingresar en la cofradía a nuevos hermanos y aligerar así la lista de espera.

Según informaba el presidente de la Real Cofradía, Rufo Martínez de Paz, la hermandad cuenta en estos momentos con 2.348 hermanos y una lista de espera de 269 aspirantes. La media de ingreso en la cofradía es de unas 40 altas anuales.

Con unas cuentas saneadas con un superávit de 14.000 euros y la hipoteca del local de la cofradía ya pagada, el gasto más señalado de 2014 ha sido la restauración de las faldillas del pebetero antiguo, muy deterioradas, que ha ascendido a 6.000 euros.

De forma previa a la asamblea tuvo lugar en la Catedral una misa en sufragio por los fallecidos de la cofradía.

 

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