martes. 23.04.2024
La Cofradía del Vía Crucis a la salida de la Catedral. Foto Aroa Colmenero
La Cofradía del Vía Crucis a la salida de la Catedral. Foto Aroa Colmenero

Esta tarde del Martes Santo la orilla del río se convirtió en un Vía Crucis al pie del agua, con 14 estaciones que cambian el rumbo de la Historia.

 

Él, Cristo y su Madre cruzaron el puente de piedra. Dos años sin procesionar a causa de una pandemia que ha dejado miles de muertos en España y millones en el mundo, pero hoy la Cofradía del Vía Crucis volvió a las calles de Zamora, eso sí, mirando al cielo ante la amenaza constante de lluvia. Y lo hizo con el mismo recorrido que antes de la llegada del coronavirus, el último, el de 2019.

La procesión salió pasadas las 20:15 h. de la S.I Catedral y siguió su recorrido por la Plaza de Antonio del Águila, Calle Obispo Manso, Plaza de Arias Gonzalo, Plaza Fray Diego de Deza, Calle San Pedro, Cuesta del Pizarro, Avenida de Vigo, Puente de Piedra, Plaza de Belén, donde el Nazareno se despidió de la Virgen de la Esperanza, que fue depositada en el convento de las Dominicas Dueñas por la calle Cabañales.

El Nazareno con la Cruz a cuestas. Su madre con dolor en el rostro y la esperanza en sus manos. La despedida fue unto al puente, cerca del Duero, en la orilla izquierda, frente a la ciudad orgullosa que resguarda la muralla. 

Galería de imágenes Fotos Aroa Colmenero

El Nazareno continuó entonces su recorrido por la Avenida del Nazareno acompañado por los hermanos que unieron sus voces en el rezo del Vía Crucis, para proseguir por la calle Fermoselle hasta la Plaza de San Frontis y recogerse de nuevo en su templo.

El cielo da tregua y el Vía Crucis desfila por la orilla del Duero