Triufé de Sanabria ha vuelto a mirar al cielo con la esperanza de que los habones germinados en el Maio anuncien un buen año para el campo. Esta simbólica señal, vinculada a las lluvias y la fertilidad de la tierra, forma parte de una de las fiestas más antiguas y cargadas de significado del calendario tradicional: la de los Maios, también conocida como Fiestas de Mayo o Los Mayos simplemente.
Aunque durante décadas esta celebración desapareció del calendario local, en 2016 fue recuperada gracias al trabajo conjunto de la asociación Cryosanabria y los vecinos del pueblo. Desde entonces, cada año el Maio y la Maia suben y bajan marcando el ciclo agrícola y renovando el vínculo de la comunidad con su entorno natural. Este año 2025 marca la novena edición consecutiva desde su recuperación.
Como parte de la jornada festiva del 29 de mayo, también se organizó un taller específico para mantener y mejorar los Visparros y Viellas de Triufé, figuras tradicionales vinculadas a esta celebración. La actividad contó con el respaldo del Ayuntamiento de Robleda-Cervantes, y supone un paso más en la conservación del patrimonio cultural inmaterial de la comarca.
La jornada culminó con una comida comunitaria en la que cada persona aportó un plato o producto para compartir, fortaleciendo así los lazos vecinales que hacen posible mantener viva esta fiesta.
La Festividad de los Maios, de orígenes ancestrales, está estrechamente relacionada con antiguas creencias y rituales vinculados a la primavera, los árboles y la fertilidad. Tradicionalmente se celebraba el primer domingo de mayo y era considerada una fecha clave dentro del ciclo agrícola y pastoril. En el caso del Maio de Triufé, se colocan semillas como habones o garbanzos en sus bolsillos al inicio del mes. Si al retirarlas a finales de mayo han germinado, es señal de que ha llovido lo suficiente, lo que augura una buena campaña agrícola y de pastos para la ganadería.