La hospedería y los restos del antiguo balneario de Bouzas, situados en Ribadelago, dentro del término municipal de Galende, han pasado a formar parte desde este 12 de diciembre de la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra, un registro que alerta sobre bienes culturales que se encuentran en serio riesgo de desaparición.
Esta lista, elaborada por la asociación Hispania Nostra, funciona como una herramienta de participación social, destinada a dar visibilidad a elementos del patrimonio histórico, cultural o industrial que atraviesan una situación crítica. La inclusión de un bien puede ser solicitada por cualquier persona o colectivo y, tras un proceso de análisis, es el Comité Científico de la entidad quien decide su incorporación cuando se constata un peligro real para su conservación.
En el caso del balneario de Bouzas, de aquella antigua explotación termal apenas permanece en pie la hospedería, un edificio representativo de la arquitectura tradicional sanabresa. A pesar de las transformaciones sufridas a lo largo del tiempo, aún conserva rasgos de interés, como el espacio que acogió una antigua capilla o la terraza que rodea la edificación. Sin embargo, su estado es muy delicado, debido a los incendios, actos vandálicos y el abandono prolongado han acelerado su deterioro.
Muy cerca de la hospedería se encuentra el manantial de aguas sulfurosas que dio sentido al balneario. Todavía se conservan el depósito original, adosado a una gran roca, y las cuatro bañeras de granito donde los visitantes tomaban las aguas con fines terapéuticos. Estos restos, sin ningún tipo de protección, están expuestos al clima de la zona, lo que supon eun riesgo para su buena conservación.
El conjunto no cuenta con una figura específica de protección como patrimonio histórico o industrial, aunque se ubica dentro del Parque Natural del Lago de Sanabria y Sierras Segundera y de Porto, lo que refuerza su valor paisajístico y ambiental. A lo largo de los años se han planteado iniciativas para su rehabilitación, pero ninguna ha llegado a concretarse.
Los restos del balneario de Bouzas se asientan junto al Lago de Sanabria, sobre un impresionante peñón que cae casi en vertical hasta el fondo del lago. Hoy, este enclave permanece en silencio, pero en su día fue un referente en el uso terapéutico de las aguas y contribuyó a la difusión y puesta en valor de este espacio natural único. Su entrada en la Lista Roja busca ahora servir como llamada de atención para evitar que este patrimonio singular de Sanabria desaparezca definitivamente.
