Videmala quiere volver a erigirse como epicentro del ganchillo en la provincia. Ese arte a base de lana y aguja abandona el calor del verano, a la sombra de los portales de los pueblos, para ponerse al abrigo del fuego. Como antaño, las labores junto a la camilla regresan al municipio guímaro que pretende mantener una tradición que ha resurgido con fuerza en la provincia y que en buena parte lleva su sello.
Y es que tras dos ediciones de encuentros de tejedoras para poner en valor la España Vaciada, Videmala busca enarbolar de nuevo esta bandera, también en Navidad. Siguiendo una cada vez más larga lista de municipios que han apostado por el ganchillo para alegrar las calles en las próximas fechas festivas, ellos no podían ser menos.
La propuesta surgida en la mente de Noelia Fraile y con el apoyo de la Asociación Cultural de Videmala, se ha convertido ya en toda una realidad. Desde Semana Santa, a golpe de punto ya han reunido más de 700 grannys de 15x15 centímetros. La iniciativa ha entusiasmado a las vecinas del pueblo que se reúnen semanalmente para avanzar en sus labores generando una especie de "tejeclub" con la vista puesta en el próximo puente de la Constitución, cuando se espera que el inmenso manto de lana formada por la unión de todos esos gannys vista la estructura del árbol de Navidad.
La entrega ha sido absoluta hasta el punto de que sólo una vecina ha sido capaz de dar vida a más de 200 cuadraditos. Mediante la llamada puerta a puerta, Noelia siempre que acude al pueblo va convocándolas "y no falta ni una" aunque ello obligue a cambiar sus rutinas a la hora de atender otros quehaceres.
Desde agosto los nervios son visibles. "Alguna lleva meses ya preguntando dónde se va a instalar y cómo va a hacerse". Una satisfacción para Noelia que, mientras da los últimos remates a la estrella que coronará el árbol, no puede ocultar el orgullo de que el pueblo se una en torno a la lana, un entretenimiento convertido en pasión y también en excusa para socializar y dinamizar el pueblo.
