miércoles. 24.04.2024
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En uno de los artículos a primeros de los años 60 y en la revista Blanco y Negro, según su hijo Manuel, que cree que la foto fue tomada en el aeropuerto de Barajas, aparecía su madre Tránsito Raquel González Martín como una de las enfermeras que vacunaban a los niños y en este caso era la de la viruela. Las pandemias han existido siempre y se han combatido con vacunas, y para muestra la imagen de esta mujer pionera en su trabajo como enfermera, hija de republicanos y que tuvo que pasar su infancia en este lado de la zona nacional concretamente en Aliste y más concretamente en Fonfría.vacuna

Transito nació en Fonfría, en aquellos años la localidad fue refugio para aquella niña que tuvo que criarse con sus tíos puesto que quedó "cortada" por la guerra Civil Española.

 En el bando republicano quedaron sus padres y ella en el pueblo con los familiares del lado nacional. Su tío fue el Secretario del Ayuntamiento del pueblo y el encargado de criar a aquella pequeña junto con su tía, ambos empujaron a Tránsito a los estudios y gracias a ellos logró ser enfermera. Hoy, donde se asienta el ayuntamiento de Fonfría jugaba aquella pequeña que nacida el 2 de septiembre de 1926 se tragó una posguerra en el lado nacional formándose en un entorno que al final le dio un futuro y una esperanza cuidando de que las vacunas en España se pusieran incluso a la llegada de nuevos visitantes que descendían de los aviones en aquel Madrid Barajas, nexo de unión Internacional de una España que seguía encerrada en si misma.

Aquellos años Tránsito y tras disfrutar de una infancia "relativamente" cómoda en la comarca alistana estudió y se formó para dar vida a su vocación de ayuda a los demás, y ya en Madrid, acompañada de las "solteras seguras" las chicas de las ( SS) Servicio Social, el lado de la mili en el ámbito femenino franquista, vacunaban por los colegios de aquellos años y lares con la misma aguja, una misma jeringuilla que se desinfectaba o con alcohol si había, o con una llama, daba paso al algodonazo y a otro brazo.

 Las vacunas de la tuberculosis, la viruela en incluso el cólera ya en Melilla se ponían como roscas y no había ni negacionismo ni negativa alguna. Cartillas de vacunación y escolarización que sellaban o bien los profesores y como no también por los encargados en aquellos años de la vacunación como hacia Tránsito Raquel. 

Ella promocionó al tener un puesto clave en el Patronato Nacional Antituberculoso a los Sanatorios de la capital o en este caso al del Escorial donde cuidaba y pinchaba a los cientos de tuberculosos que pasaban por aquellos hospitales de sanación de los Ángeles de San Rafael y de la Sierra Madrileña que aún hoy y en algún caso muestran sus esqueletos a lo largo de la montaña. 

Allí su destino le deparó su siguiente camino, el que le llevaría a Melilla, puesto que conoció al que fuera su marido fotógrafo de profesión y emprendedor nato que aunque aquejado de tuberculosis y gracias a los cuidados de Tránsito Raquel pudo superar la enfermedad y llevarse a nuestra zamorana protagonista a el trozo de África que mantiene España junto a Ceuta y alguna isla menor, así como Melilla. 

A su marido lo operaron en el Escorial, en aquellos sanatorios donde el Marqués de Villaverde operaba y su equipo médico. Al marido de Tránsito Raquel le operó un médico adjunto al equipo del Marqués que no tenía buena fama de cirujano, de hecho el recuerdo fue y es, que gracias a que no lo operó el Marqués pudo salir de allí vivo.

En África, en Melilla, ambos vivieron una vida plena él con sus negocios y ella siendo la responsable del programa y patronato de vacunación del régimen que pasaría luego a la Seguridad Social. 

El fruto de ya una opción prospera de vida no sin haber pasado penurias en el inicio, fue el de sus sus hijos, que hoy recuerdan aquel sello en el que su madre aparecía vacunando a un bebé recién nacido. Ese sello "es el el de mamá" nos cuentan y hemos podido corroborar con la fábrica de moneda y timbre que efectivamente el régimen hacía campañas para agradecer a los sanitarios su trabajo y tesón y ese era el sello que eligió la imagen de una zamorana vacunando a un bebé.

Sus descendientes recuerdan con cariño, Fonfría, la Sierra de la Culebra, Aliste y el Lago de Sanabria, puesto que su madre siempre abogó por volver a Zamora y porque sus descendientes conocieran la provincia que la vio nacer. 

Los familiares mantienen la llama viva de la historia de una de las primeras mujeres (enfermera en este caso) que salían en los sellos de correos aquellos que se han coleccionando hasta la saciedad. Un sello de 10 céntimos de peseta con los que se podía enviar una carta a cualquier parte de España o de las Islas. Un sello de inicios de los años 60 

Nuestro recuerdo especial hoy para esta fonfrieja que llevó la inmunización a miles de niños y niñas de la época y a los que seguro libró en muchos casos de una muerte segura en una época en la que España no habría la boca para negar una vacuna, es más era toda una bendición poder recibirla.

España pionera

España fue uno de los primeros países que emitieron sellos para cobrar por adelantado el servicio de Correos, la extensa España estaba dotada de un gran número de funcionarios que entonces en muchos casos hacían de lectores y escritores de palabras de vuelta puesto que no todo el mundo era capaz de leer y de escribir.sello

 Exactamente el 1 de enero de 1850 se ponía a la venta la primera serie de sellos españoles en los que aparecía el perfil de la reina Isabel II, que entonces tenía 19 años. Se pusieron a la venta sellos de cinco importes o valores: seis cuartos de color negro; 12 cuartos, lila; cinco reales, rojo; seis reales, azul, y 10 reales, verde. Había nacido la filatelia nacional. Estos sellos todavía no eran dentados sino que eran planos y eso si de tamaño rectangular.

Esta primera serie se había creado por un Real Decreto de 24 de octubre de 1849 firmado por el todopoderoso ministro de la Gobernación (también muy experto en preparar elecciones) Luis José Sartorius, conde de San Luis, un sevillano de origen polaco. En el decreto se estipulaba la implantación del sello adhesivo, lo que implicaba el pago previo para los envíos postales.

"Guardo este artículo porque la enfermera de la foto era mi madre. Trabajaba en el Patronato Nacional Antituberculoso, vacunó a la mayoría de los niños de los colegios de Melilla en los años 60-70, cuando la tuberculosis aún estaba extendida". Esto nos lo cuenta Manuel Soria desde Melilla uno de los hijos de Tránsito Raquel la fonfrieja que hace historia de Zamora en este reportaje. El recuerdo también de los hijos de aquella zamorana Raquel que hoy día vive en Málaga y Fernando que vive en Cáceres, aunque Maribel permanece también en Melilla y sigue los pasos de su madre como enfermera. Para la familia siempre la matriarca fue Raquel

Si no les prendió la vacuna, hagan el favor de acercarse y vacunarse, si en aquel entonces era importante hoy día lo es también, el negacionismo lo único que provoca es la extensión de una pandemia que se ha dado y se dará en el mundo decenas de veces pero solo con el simple gesto de vacunarse, se salvarán millones de vidas.

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La primera mujer de Zamora que salió en un sello, era enfermera y natural de Aliste