La Navidad se vive diferente en Castronuevo de los Arcos. El ganchillo inunda las calles de este pequeño municipio de cerca de doscientos habitantes en esa España tan vaciada de las que pocos se acuerdan. Había que buscar una forma diferente para devolver la magia, la actividad a esta localidad zamorana.
"Era un pueblo muerto", así fue el comienzo de esta iniciativa que ha logrado repercusión nacional. Ahora son muchos los que pueden situar a este pueblo de Tierra de Campos en el mapa. Encontraron la idea por Internet, y decidieron ponerla en marcha; "lo propusimos a las mujeres y sin ellas, no hubiera sido posible", ha apuntado Mari Paz Camarón, alcaldesa de Castronuevo de los Arcos.
Se han volcado en todo. Con su destreza y habilidades, han hecho arte con las manos. Como antaño, las labores junto a la camilla han regresado a este municipio zamorano que pretende mantener una tradición. Una forma más de poner de manifiesto la extraordinaria habilidad de estas mujeres que se reúnen para avanzar en sus creaciones a dos agujas y con las que visten su pueblo en las fechas navideñas.
"Con cualquier cosa que se proponga responde todo el pueblo", así que se pusieron manos a la obra. Convocó en engalanar el municipio de ganchillo y se pusieron manos a la obra. Desde el árbol hasta adornos para las ventanas, Castronuevo de los Arcos sigue vistiéndose de alegría gracias a sus gentes. Este mes de diciembre se engalana gracias a sus mujeres que demuestran la habilidad que tienen con un ovillo en la mano y muchas dosis de creatividad.
Un amplio de abanico de actividades para las fechas navideñas con el objetivo de que "sea diferente, que se vea la Navidad que nunca se había visto en el pueblo". Cada martes y jueves, más de una veintena de mujeres se reúnen en el "teleclub". Conversan, tejen y disfrutan de la buena compañía, da igual la hora, "muchas madrugan para tejer". Ellas muestran su destreza con las manos mientras que, los hombres, elaboraron la estructura "sin ellos no hubiera sido posible".
Así, siguen las tradiciones. De tejer con el único acompañamiento de la radio o a la puerta de las casas en las tardes de verano. Una costumbre para que no se pierda. Pero, no será hasta el 9 de diciembre cuando todo esté preparado. Ahora están ultimando los detalles para que los vecinos disfruten de esta nueva decoración. Incluso el teniente de alcalde, "que es belenista" ha montado un Belén "precioso". Una puesta en marcha para convertirse en el pueblo del ganchillo, "estamos preparando seguir ampliándolo".
Las labores de las mujeres de Castronuevo de los Arcos han llevado a las televisiones de toda España. Una satisfacción del trabajo bien hecho, de "sus caras de ilusión y felicidad. Un pueblo que se estaba muriendo y nos han llamado desde todos los rincones". Ahora se le conocen por tejer; por las manualidades y la pasión de sus vecinos por hacer algo diferente. Por ponerse en el mapa. Por disfrutar de la compañía. Por no perder las ganas. Por seguir con las tradiciones. Por no abandonar.
