Como en la famosa película de Disney, Carmen ha pasado casi sin querer a dar un salto al mundo de las pasarela y las sesiones fotográficas. También al mundo de las redes sociales, esas que tenía únicamente abiertas a su círculo de amigos y conocidos y que, cosas de la vida, fueron las que le anunciaron que había sido seleccionada para representar a Zamora en el Certamen Miss Mundo 2022.
“Estábamos celebrando un cumpleaños y me dijeron que me iban a presentar al concurso, pero no creía que fueran a dar el paso”, recuerda Carmen. “Esa noche me dijeron que habían enviado el formulario y como pasaba el tiempo pensé que se quedaba ahí”. Esto fue en noviembre. La solicitud del círculo de amistades más próximo de esta benaventana -una de ellas amiga desde la cuna, con sus abuelas vecinas puerta con puerta- no pasó inadvertida para el jurado del Certamen que le mandó un mensaje a su perfil de Instagram.
Apartada de las redes sociales, el mensaje quedó sin leer en la bandeja de entrada del perfil de Carmen hasta que un día reparó en él. “No sé el tiempo que habría pasado, pero no era ni mucho menos de ese mismo día”.
Esta integradora social de 24 años es amante profunda de su tierra. Benaventana de nacimiento y de ascendencia zamorana, hace ocho meses decidió abandonar la comodidad de su hogar para “cambiar de aires” en una residencia en Valladolid. Una apuesta a medio camino para una joven que sigue acudiendo fielmente a su peluquera y esteticien de toda la vida, ambas profesionales de varias generaciones a las que lleva acudiendo su familia desde hace generaciones: “Mi madre y mi abuela también han ido siempre a la misma y la confianza que tengo con ellas no lo puedo cambiar. Para ellas también es un apoyo y un punto de visibilidad”.
Sin experiencia previa en el mundo del modelaje, Carmen se ha sumergido de lleno en un mundo completamente desconocido que le ha hecho ponerse delante de un objetivo, posar con ropa de marcas locales, darle un impulso a sus perfiles oficiales y elegir el traje regional que lucirá en el desfile: como no podía ser menos el de su querida comarca.
Ataviada con un elegante y a estrenar traje negro que imita las vestiduras de las novias de la zona de los siglos XIX y XX, Carmen ha apostado por la sobriedad ante los tradicionales colores y aprovechando el ofrecimiento del Ayuntamiento de Benavente, que había comenzado a confeccionar el traje antes de la pandemia. Un traje que comenzó ideándose con otras medidas para lucir en las fiestas de La Veguilla y que, finalmente –cosas del destino- lucirá Carmen a la espera de que finalicen aún detalles sobre la camisa. “Tampoco tenía problema porque tenía muchos contactos que estaban deseando prestarme un traje, pero este me enamoró de cara a la gala”.
Aún abrumada por el apoyo y una localidad volcada con ella, Carmen asegura que las primeras semanas tras darse a conocer la noticia se sorprendía cuando su madre le decía que le paraban por la calle para felicitarla. Un cariño que también siente por parte de su empresa que también se ha lanzado a promocionarla: “Que me apoyen de esta manera, cuando inicialmente mi mayor temor fue cómo se lo tomarían, no deja de ser emocionante”.
Tímida a la par que impulsiva, Carmen asegura que no se marca objetivos y que su pasión sigue siendo su profesión. “En la vida nunca se sabe pero por el momento me centro en que va a ser una semana increíble, que me da la oportunidad de impulsar un proyecto social y la provincia”.
Zamora estará representada a través de los ojos de Carmen, una mirada que también plasmará en su vídeo oficial para dar a conocer cómo vive su tierra: “Mi madre es de Benavente, la familia de mi padre es de Zamora. Yo me iba tardes enteras y fiestas enteras a Fermoselle y a Los Arribes, Sanabria que lo tengo ahí al lado. Quiero que conozcan a la provincia como yo la vivo”.
