Este jueves 5 de diciembre, Alfredo Galán, director de la Fundación Democracia y Gobierno Local, y Javier Faúndez, presidente de la Diputación de Zamora, expusieron las estrategias para garantizar servicios sociales de calidad en zonas rurales y mitigar el éxodo poblacional. El evento se centró en encontrar soluciones viables que permitan a las personas mayores permanecer en sus localidades, con un enfoque claro en la sostenibilidad económica y la creación de empleo.
Faúndez destacó que, pese a la reducción de servicios en el entorno rural, como entidades bancarias y otros sectores, las administraciones locales, como las diputaciones, juegan un papel crucial para garantizar la provisión de servicios públicos y privados de interés social. "Nada es gratis", afirmó, subrayando que estos servicios, aunque no supongan un coste directo para los usuarios, dependen de los presupuestos públicos financiados por impuestos.
La Diputación de Zamora maneja un presupuesto anual de 10 millones de euros para servicios sociales, atendiendo a más de 2.400 usuarios con más de 515.000 horas de asistencia, lo que ha generado 476 empleos directos. Castilla y León es líder en España en la prestación de servicios sociales de calidad, incluso con recursos limitados, lo que permite a muchas personas mayores continuar con su proyecto de vida en sus pueblos.

Uno de los puntos más destacados fue la apuesta de la Diputación por atraer mano de obra del extranjero. La colaboración con la Fundación Talento 58 ya ha permitido la llegada de familias extranjeras a la provincia. Además, Faúndez adelantó que en enero comenzarán un nuevo proyecto con Argentina, facilitando el retorno de descendientes zamoranos para ocupar empleos en los pueblos. "Vivienda más trabajo es igual a asentamiento", explicó, refiriéndose a casos recientes como el de una familia establecida en Asturianos de Sanabria.
A pesar de los esfuerzos, la falta de relevo generacional y la escasez de personal siguen siendo retos importantes. Sin embargo, Faúndez defendió que la prioridad es garantizar servicios sociales básicos y de calidad, apostando por proyectos a largo plazo que ya están mostrando resultados positivos. "Los servicios sociales no solo mejoran la vida de nuestros mayores, sino que también generan empleo, contribuyendo a frenar la despoblación", concluyó.