Castilla y León celebra un nuevo hito en la conservación de su fauna: el águila imperial ibérica, una de las rapaces más emblemáticas y en peligro de extinción de Europa, ha alcanzado un máximo histórico en la región con la localización de 160 territorios en 2023. Este logro, que consolida una tendencia de crecimiento sostenido desde finales del siglo XX, subraya la eficacia de las medidas de protección implementadas y la recuperación de ecosistemas clave para la especie.
La población de esta rapaz, exclusiva de la península ibérica, ha experimentado un impresionante incremento desde los años 90, cuando se registraron mínimos históricos con apenas 16 parejas. Este ascenso gradual comenzó a despuntar en la década de los 2000, alcanzando 29 territorios en 2005, 45 en 2010, y superando el centenar en 2019.
El último censo, realizado por la Junta de Castilla y León dentro del Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad, distribuye los 160 territorios registrados en las provincias de Segovia (51), Ávila (42), Valladolid (35), Burgos (11), Zamora (10), Salamanca (8) y Palencia (3). Además, el área de distribución ha crecido significativamente, pasando de 16 cuadrículas UTM 10x10 km en 1998 a 114 en 2023.
El avance en la conservación de esta especie se debe a varias medidas estratégicas implementadas desde 2003, cuando se aprobó el primer plan de recuperación. Entre las acciones más destacadas figuran:
- Alimentación suplementaria: especialmente en territorios con escasez de recursos.
- Reducción de la mortalidad: a través de la corrección de tendidos eléctricos peligrosos.
- Gestión forestal sostenible: aplicada tanto en montes públicos como privados para preservar los hábitats de nidificación.
- Recuperación de presas clave: como el conejo silvestre, cuya abundancia se ha incrementado en algunas áreas críticas de la cuenca del Duero.
Aunque en 2003 se establecieron 24 áreas críticas para proteger los territorios de nidificación y alimentación, el crecimiento poblacional y la expansión geográfica han modificado significativamente las necesidades de la especie. En 2023, solo el 12,5 % de los territorios coincidieron con estas áreas originales, lo que subraya la necesidad de revisarlas y ampliarlas.
En la actualidad, aproximadamente el 60 % de los territorios del águila imperial están ubicados en espacios protegidos como Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) o montes gestionados con planificación forestal.
El éxito del águila imperial ibérica no solo simboliza un triunfo en la lucha contra la extinción, sino que también resalta la importancia de los esfuerzos conjuntos entre las administraciones, las entidades conservacionistas y las comunidades locales. Este ejemplo es un recordatorio del impacto positivo que las políticas de conservación pueden tener en la biodiversidad global.