Coreses continúa rindiendo homenaje a su vecino más ilustre, el escultor Ramón Álvarez Prieto, con una nueva propuesta cultural, la exposición “Ramón Álvarez Prieto: su vida y su obra”, que se ha presentado este viernes. Esta muestra forma parte de los actos programados con motivo del 200 aniversario de su nacimiento, y estará abierta al público del 18 de julio al 7 de agosto en el Centro de Día San Roque de la localidad con un horario de visitas de martes a sábado, de 19:30 a 21:00 horas. Además, se podrán concertar visitas guiadas en otros horarios previa cita.
La exposición ofrece un recorrido por la vida personal y artística del imaginero, figura clave de la escultura religiosa zamorana del siglo XIX, especialmente vinculado a la Semana Santa. Se han recreado dos espacios emblemáticos, un taller de hojalatería, en alusión a sus orígenes humildes, y un taller de escultura, donde se muestran herramientas, obras en proceso y materiales, para comprender el oficio del imaginero.
El vestíbulo estará dedicado íntegramente a su figura y a su faceta como docente de dibujo, destacando su trayectoria como profesor y la obtención de la cátedra en el Instituto de Zamora. Entre las piezas destacadas de la muestra figuran obras de parroquias y museos de la diócesis zamorana, maquetas cedidas por Alfredo Toledano, cuadros realizados por alumnos del taller de María del Carmen Pelaz, y esculturas del concurso convocado junto a la Escuela de Arte de Zamora.
Además, se ha reservado un espacio específico para sus discípulos, como Miguel Torija, Aurelio de la Iglesia o José Hernández Martín, este último natural de Coreses, cuya figura también se quiere poner en valor.
La iniciativa ha sido posible gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de Coreses, la Diputación de Zamora, la Fundación Caja Rural, el Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo, la Diócesis de Zamora, la Escuela de Arte, y diversos artistas, centros educativos y entidades culturales.
La exposición pretende acercar al público no solo la dimensión artística de Ramón Álvarez, sino también su esfuerzo personal, su evolución desde oficios humildes hasta alcanzar el prestigio como uno de los escultores más representativos de la Semana Santa zamorana.