Semanas de ilusión, preparativos, trabajo y montaje a cuatro metros sobre el cielo destrozados en cuestión de minutos. Es el tiempo que han tardado un grupo de vándalos en acabar con la decoración realizada por la agrupación cultural La Mayuela que desde hace años viene ocupando buen parte de la céntrica calle Teniente Chamorro.
La intervención artística capitaneada por Tere Araújo ha sufrido un ataque de madrugada: "A las 04:00 horas estaba todo bien". En unos días en los que el municipio celebra sus fiestas grandes con motivo de su patrona Nuestra Señora de la Asunción y que ha sumergido al pueblo en nueve días de actividades y fiesta ininterrumpida.
Una programación que nada tiene que ver con este lamentable suceso que se atribuye a la falta de civismo aprovechando el horario nocturno para actuar y tirar por la borda una de las actividades más reconocidas y admiradas por pequeños y mayores, vecinos y visitantes del pueblo desde que se iniciara este tipo de decoración en el año 2017.
Desde entonces cada año se ha ido variando la temática, apostándose en este verano por bailarinas de alambre y recubiertas por pasta de papel y cartón de huevo para colgar de una red que ha cubierto de nuevo buena parte de la calle. Estas bailarinas, muestras de la flexibilidad y artistas del movimiento, de los giros más imposibles y de las puntas de ballet, han amanecido por los suelos, totalmente destrozadas y sin posibilidad de poder recuperarlas para devolver el esplendor a la calle.

Y es que se calcula que de las 72 bailarinas apenas permanecen colgadas una decena "y no todas enteras". Varios miembros de la agrupación, algunos de ellos implicados directos en esta decoración, han mostrado su indignación ante este acto que echa por tierra el esfuerzo por dinamizar la zona con una actuación que seguramente no podrá ser reparada por falta de tiempo. "No es viable. Se tarda mucho en reponer y necesitaríamos semanas".
Una triste noticia que pone de manifiesto la falta de civismo por parte de una minoría por el momento no identificada, pero que ha supuesto que sean varios los vecinos que se hayan despertado con un buen disgusto en el cuerpo y piden que se haga saber para que no se repitan este tipo de actos. "Habría que hacer un altavoz muy crítico".