Los incendios acaecidos en la Sierra de la Culebra y en el resto de Castilla y León han abocado al consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, a comparecer a petición propia en la sesión extraordinaria de la Comisión de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de las Cortes de Castilla y León. El incendio del pasado 15 de julio, con cerca de 25.000 hectáreas calcinadas, ha motivado la comparecencia de Suárez-Quiñones que ha realizado una larga exposición dividida en seis puntos relativos a las condiciones de este y el resto de incendios, la colaboración de los medios de extinción, los medios de recuperación y las actuaciones de futuro.
El consejero ha asegurado que "la realidad de los datos meteorológicos estaban muy por encima de las previsiones existentes". A las condiciones meteorológicas adversas -altas temperaturas combinadas con un déficit de precipitaciones- se unieron las propias características del terreno. "Cualquier con un mínimo de conocimiento sabe los efectos de trabajar con temperaturas superiores a 30 grados, rachas de viento superiores a 30 km/hora y humedades relativas menores de 20 grados", todos ellos índicas ampliamente superados en la zona.
La segunda circunstancia fueron la simultaneidad de una considerable cantidad de incendios en la zona, provocados por la tormenta eléctrica. Sólo durante las últimas horas de la tarde del 15 de junio y las primeras del sábado se detectaron 14 incendios provocados por rayos, que "aumenta sobre todo tras el anochecer y la retirada de los medios aéreos" así como con la caída de algunos "repetidores de comunicación".
Súárez-Quiñones ha destacado la eficacia en las labores de extinción durante la primera jornada que lograron contener varios focos en La Cabrera, Benavente, Sayago y Sierra de la Culebra. SI bien la aparición de nuevos incendios deriva en la unión de cuatro de los focos, que se une a la complicada orografía de la zona que impide el acceso de los bulldózer a varios puntos "provocando el gran incendio de Sarracín-Riofrío de Aliste que ha acumulado la mayor superficie quemada".
El consejero de la Junta ha recordado que 2022 es el año más devastador de incendios de toda la serie histórica, superando con creces al de 2012.
