De nada sirve tanta banda ancha ni tanto programa de 100m, ni siquiera las grandes ventas de humo planteadas en programas de acción para la Zamora "vacilada". Los " tontos de los pueblos" siguen siendo los grandes damnificados, la despoblación no es un problema, sino una pandemia sin vacuna.
Matar al mensajero, o partir los esquemas de miles de zamoranos y de lugareños de otras provincias, esa es la consecuencia de la desaparición de un servicio, el del banco móvil. Un servicio más social que para ganar dinero pero que se une a una situación límite también para los empleados de una entidad bancaria que dejará de asistir a miles de clientes.
Eso es lo que hará esta vez otra entidad que llegó con la unión de Caja Duero y Caja España, después de otros bancos y cajas, UNICAJA Banco se unió y se reunió para dejar sin asistencia a miles de personas en las pequeñas localidades donde no hay cajeros, o ni siquiera llega la cobertura en este caso ya bancaria, la del camión o unidad móvil del banco.
También decenas de negocios que tendrán ahora que hacer las mil y una cábalas para ese momento, a partir del 31 de diciembre cuando el furgón de UNICAJA ya no llegue a las localidades tan lejanas como Porto o cercanas como las comarcas de Aliste, Sayago o Tierra de Campos que ya no cuentan ni con sucursal ni con cajero automático.
Las instituciones no son capaces de presionar a estas entidades a las que en muchos casos dan facilidades, tanto para el asentamiento como para otros menesteres mucho más oscuros que parten de sus financiaciones algo que siempre se ha sabido y que ya no es ningún tabú. Prebendas sociales que ahora ya se hacen con luz y taquígrafos, pagos en patrocinios y eventos deportivos en el que muchas veces solo se pagan los carteles.
Ni el banco o caja que se dice de todos los zamoranos lo es tanto, ni tampoco aquella Caja España o Caja Duero ahora tras las siglas de UNICAJA lo son, entidades que hablan mucho de sus obras sociales y pierden "socios" y clientes bajo un paraguas, el de los resultados globales que huyen de las pequeñas localidades ahora ya ni siquiera con el servicio de banco móvil como apoyo social a la Zamora vacía.
Claro está que una entidad financiera es un negocio, pero en las jubilaciones y retiros de los altos cargos están más los beneficios que en los ERTES aplicados a sus empleados o las prejubilaciones a las que se ven abocados para no perder sus puestos de trabajo, una pescadilla que tiene la cola destrozada de tanta injusticia. Sayago que fue la primera comarca de España en ahorro, ya no lo es pero por la pérdida de población, también por la falta de cobertura y sobre todo de iniciativas reales de apoyo.
El furgón de UNICAJA Banco ya no volverá a verse en 2022 tampoco podrán los señores y señoras "de pueblo" acudir como cada semana o cada 15 días a cobrar su pensión o hacer la transferencia a sus hijos o nietos, serán las últimas navidades para enviar dinero a los suyos a través del banco móvil, lo que le faltaba a la Zamora "VACILADA".
Entre tanto se intentan desde las farmacias, los ayuntamientos y otras opciones las de sustituir este servicio PUBLICO Y SOCIAL que tendría que estar penalizado por un país que deja que Zamora, Teruel, Cuenca y otras muchas provincias se esquilmen mientras que las corporaciones bancarias abren sucursales en las grandes ciudades que es donde está el meollo, lástima de provincia vejada y dejada de la mano de Dios y de las Instituciones.
