El incendio que se originó en Lober, el más grave de la provincia de Zamora este verano, se mantiene en Nivel 1 de riesgo, aunque a lo largo del día, si las condiciones son favorables, se podrá dar por extinguido. A lo largo de la mañana de ayer, 30 personas trabajaban en la zona arrasada, según informó Medio Ambiente. Durante la presentación de un convenio forestal en Villaralbo, la delegada de la Junta de Castilla y León, Clara San Damián, junto a técnicos de Medio Ambiente, explicaron que el fuego, que se extendió a los municipios de Domez y Vegalatrave, ha quemado más de 2.000 hectáreas de pasto, cuyos beneficiarios no podrán acceder al pago de los derechos básicos de la PAC.
El diputado por Aliste, Javier Faúndez, afirma que "Domez y Vegalatrave no tienen ya un metro cuadrado de pasto", lo que podría dejar a los ganaderos afectados sin cobrar las ayudas de la PAC durante cinco años. Por ello, Junta y Diputación se reunirán esta semana con los alcaldes de los pueblos afectados por el fuego para saber la cuantía de daños y tomar las medidas oportunas. Faúndez indica que ha mantenido ya conversaciones telefónicas con parte de los ganaderos para saber "las necesidades de forraje y paja que van a necesitar para los próximos meses" porque el ganado va a tener que estar estabulado durante bastante tiempo.
Hasta el momento, además del pasto quemado, el incendio ha arrasado una nave en Domez, aunque afortunadamente el ganado pudo salvarse, una casa abandonada en el mismo municipio, y otra nave y un pequeño almacén para aperos en Vegalatrave. Durante el fin de semana, han trabajado en la extinción del fuego, que se complicó por las rachas de viento de 50 kilómetros por hora, hasta 446 personas, 19 medios aéreos, 12 técnicos, 35 cuadrillas, 20 autobombas y 10 máquinas.
En cuanto al origen del incendio, responsables de la Junta adelantan que siguen "una línea de investigación clara" pero prefieren mantener la prudencia antes de dar a conocer más datos.