La tradición ha regresado a Latedo, de donde nunca debió marcharse. La crisis del Covid supuso un parón de dos años en una actividad ancestral y marca de La Raya como es la producción artesanal de aceite de oliva y de las conocidas como tortas (el pan casero alistano en forma de hogazas).
La actividad regresaba este domingo a la única almazara que se conserva en Aliste así como al horno de leña de la "tía Emilia" donde se celebraron las XVI Jornadas de Producción Artesanal de estos dos productos gracias al empeños de vecinos y emigrantes del pueblo alistano representados por la organizadas por la Asociación Cultural "La Lagar".
Una actividad que contó con la presencia de más de 150 participantes y a la que acudieron, entre otros, el vicepresidente segundo de la Diputación de Zamora y diputado de Cultura, Educación, Deportes, Turismo y Promoción del Territorio, Jesús María Prada Saavedra, y el también vicepresidente y alcalde del Ayuntamiento de Trabazos, Javier Faúndez Domínguez.
Un acto paralelo a la firma del convenio de colaboración entre el alcalde de Latedo, Miguel Terrón, y la Asociación Olearum Cultura y Patrimonio del Aceite de manos de su presidente, Francisco Lorenzo Tapia, con el que se impulsará la promoción de la imagen del aceite artesanal local y su particular forma de producción. Gracias a la imagen internacional de Olegarum, Latedo podría llegar a conocerse más allá de las fronteras españolas desde Estados Unidos a Japón pasando por Italia y Túnez.
Al tiempo, Olearum se compromete a enriquecer la variedad de olivos presentes en Latedo con la aportación de nuevas plantas que se asentarán en la zona.
El municipio alistano, con poco más de medio centenar de habitantes censados, ha logrado revivir una tradición asentada en "La Lagar" que estrenaba iluminación gracias a la colaboración con la Diputación de Zamora y revivía unas jornadas en las que el proceso de elaboración del aceite así como el amasado y cocción en el horno comunitario multiplicaba las sonrisas de los más pequeños con una actividad con siglos de antigüedad.
Una actividad que fue amenizada por la presencia de productos de la tierra, como el pan artesanal de centeno tostado con aceite de oliva de Latedo que acompañó en la comida al cocido alistano a base de sopa, garbanzos, chorizo, costilla adobada, carne de ternera, pollo, pizpierno, lacón y panceta curada, y finalizar con tarta de cuajada con frutos de otoño.
Una jornada que concluyó con las catas "Aoves" y las tradicionales pingadas con miel de Aliste, todo ello al compás de los gaiteros de Aulas de Música de Aliste y Tras Os Montes.
