Granja de Moreruela recoge el testigo del calendario romero que cada 25 de abril fija la vista en el municipio de Tierra de Campos. En una jornada con máximas casi estivales, decenas de granjeños volvieron a cumplir con una de las citas imprescindible como es la rogativa de San Marcos en una jornada en la que la Virgen de la Pedrera ha vuelto a ser la protagonista absoluta, hoy sin la compañía de los vecinos de Bretó en un año en el que las romerías han vuelto a disgregarse al no coincidir en Lunes de Aguas como marca la tradición.
Ha sido un día de convivencia al calor de la familia, vecinos y amigos que ha congregado incluso a descendientes afincados en Suiza y Francia tras más de medio siglo alejados de esta tradición. Todo ello en un año de excepción ya que ha sido el primer en el que la misa ha estado oficiada por los dos párrocos que llevan ahora la parroquia: Edgardo Santos y Francisco Ortega.

La ermita del Puente de Quintos volvía a cobrar vida entre romeros con pañoletas, mujeres cargando con la imagen de la Virgen para reunirla con su hijo, el Niño de la Bola custodiado por los menores del pueblo. Un encuentro con sabor a tradición y que se vive con el mismo fervor de antaño, este año ya sin la mínima presencia de mascarillas que recordaran los efectos de una pandemia que impidió las celebraciones romeras durante dos años.
Un buen ambiente que se mantuvo a pesar de un calor atípico en los últimos compases de abril y que derivó en una atención sanitaria por un golpe de mareo, ya entrada la noche. El afectado fue trasladado al hospital Virgen de la Concha pero ya se encuentra completamente recuperado.
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