Día de matanza en Fermoselle que fue este 4 de enero, al estilo tradicional desde el inicio y hasta el final, con frío, vino, chichas, chicharrones y todos los sacramentos por los que hay que pasar hasta conseguir que del cerdo se aproveche todo su ser. Desde primera hora de la mañana y en la Plaza Mayor de la villa decenas de follacos se unían para celebrar un día de matanza al estilo del pueblo, una tradición para muchos perdida pero para otros lo más importante de lo que se celebra en invierno.
Un gran día aprovechado por los que han vuelto a casa por Navidad para rememorar y revivir tradiciones de antes, de las comunes y comunitarias, de las que hacían las familias en la calle, bajo la supervisión de los mayores y con el beneplácito de las mujeres verdaderas artífices de la transformación del animal en chorizos, morcillas y partes nobles del cerdo, ese que hasta en los andares tiene un suculento festín.
El cerdo llegaba muerto a la plaza y ya analizado por el veterinario y libre por supuesto de cualquier problema sanitario. El animal servido por Puente Robles y financiado por la empresa foránea, fue churrascado en la plaza como mandan los cánones con paja y más tarde asadas sus partes nobles, a fuego lento.
Poco después de la puesta en marcha del fuego, el animal fue tomando el color oscuro y negruzco en toda su piel mientras que las mujeres preparaban los avíos para una mañana fresca, tampoco demasiado fría ya que Fermoselle como saben mantiene un micro clima envidiable, y que ha dejado claro que la tradición es lo que manda y que por mucho que desdeñen muchos este tipo de actos, algo como la matanza permanece y de que manera.
Por partes se fueron desgranando los entresijos y partes del animal del que como todos saben se aprovecha todo, hasta los andares dicen algunos. La vejiga para hacer zambombas, la jeta, la careta, el jamón una de la partes más nobles, la pluma, el secreto, las costillas, el lomo, el solomillo, la sangre, y todas y cada una de sus partes que hoy en Fermoselle han dado lugar a la fiesta en la que el cerdo era protagonista y también como no, el vino y los productos de la comarca de los Arribes del Duero, también sus gentes que hicieron su regresión al pasado y algunos a tan solo hace unos días puesto que confesaban haber matado el pasado fin de semana.
El buen vino ni qué decir tiene de uvas de variedad Juan García y de la Denominación de Origen Arribes, las viandas como antes comentamos, de Puente Robles qué ha sido quién ha donado los ingredientes de esta "especial barbacoa" que hoy llenaba de público plaza de la capital zamorana de los Arribes, Fermoselle. Flautas y tamboriles de la Asociación de Fermoselle ponían la nota musical y también la de la voz, puesto que animaron la jornada con las tradicionales canciones de matanza.
Dulces y pan de la panadería Díez, un baluarte en la repostería, en su dulces y asados, y en las tradiciones seculares de la zona, sus Roscones de Reyes son también famosos en todos los Arribes y este año los encargos han vuelto a ser de récord sobrepasando las cifras de 2019.
Chichas y chorizo, se elaboraron en el momento, con las artesas con el pimentón de la Vera y con las mezclas "secretas" en las que cada uno pone su especial medida, de sal, de orégano, de ajo....Ellas fueron las que enhebraron agujas, sentadas junto al brasero de cisco, e hicieron mover la maquina picadora, rellenaron las tripas y colocaron las mejores velas a los santos que se pueden encender a estas alturas del invierno, las del chorizo.
La matanza y su tradición ha vuelto a poner de manifiesto que en los pueblos sigue siendo necesario el apoyo y la reunión de vecinos para entre todos disfrutar de una fiesta que ha tenido también presencia de lo que llena las jornadas festivas en la comarca, como es la música de los tamborileros de Fermoselle y como no de su alcalde y de la corporación municipal que han patrocinado en parte también esta nueva reunión de vecinos y visitantes.
La carpa central que se mantiene desde la pasada semana en la presentación de las nuevas rutas guiadas de las Bodegas por Fermoselle se exponían vinos y quesos, aceites y mermeladas, pastas y dulces, pan y roscones, una exposición, muestra y degustación así como de la oportunidad de comprar productos de la tierra, todos de empresas de la zona, una larga lista de las de dejarse a alguien fuera, por tanto para evitar enfados de todos y cada uno de los productos con la calidad de Fermoselle de Arribes y de su alfoz. Una carpa que se ha llenado desde el inicio y que ha vuelto a marcar un día de fiesta en la villa con esta matanza con todos los sacramentos , y que nace ya con afán de continuidad.
Aunque a este año le faltó promoción al evento los vecinos y forasteros dieron buena cuenta de la jornada y seguro que el éxito de este 2020 será mucho mayor en 2021. El olor a churrasco es hoy la mejor colonia de visitantes y vecinos, todo un lujo al alcance de los que pudimos disfrutar de una jornada de buenas viandas, buen vino y gentes de las que se meten dentro para no salir ya jamás.
