Éxito de la ruta con burros zamorano-leoneses por los Arribes del Duero en Villalcampo con más de 300 participantes

Villalcampo ha vivido este domingo una jornada única con una ruta a pie por los Arribes del Duero acompañada de burros autóctonos de la raza zamorano-leonesa. 

Más de 300 personas de distintos puntos de la provincia participaron en una experiencia que fusionó naturaleza, tradición y reivindicación frente a las amenazas que acechan el entorno rural.

Ruta Burros
photo_camera Ruta Burros

Desde primera hora de la mañana, más de 25 burros esperaban a los participantes en el punto de partida de la ruta, que pese a la lluvia intermitente se desarrolló con entusiasmo a lo largo de los espectaculares paisajes de los Arribes. La floración primaveral, las viñas centenarias y las características cortinas de piedra seca de Villalcampo acompañaron un recorrido en el que se respiró respeto por el medio natural y las tradiciones agrícolas.

La actividad fue organizada por distintas asociaciones, entre ellas Aszal, la Red Sapiense de Sayago y la Plataforma Otra vez no en Sayago, contando también con la presencia del concejal del Ayuntamiento de Zamora, Christoph Strieder. Todos ellos coincidieron en destacar la riqueza ecológica y patrimonial de la zona, así como la necesidad urgente de su conservación.

Durante la jornada, la Plataforma aprovechó para presentar públicamente sus objetivos, centrados en la defensa del medio rural frente a proyectos que amenazan el equilibrio del territorio. En particular, se denunció el plan de Concentración Parcelaria que promueve el Ayuntamiento de Villalcampo, un proyecto que consideran injustificado y perjudicial, dado que solo el 17% del territorio municipal es cultivable. A juicio de la Plataforma, esta medida no solo pondría en riesgo el patrimonio ambiental y arquitectónico, sino que abriría la puerta a instalaciones industriales como macrogranjas, plantas de biogás o parques de energías renovables.

A lo largo de la mañana, los asistentes también pudieron disfrutar de una demostración de arada tradicional, en la que los mayores del pueblo mostraron su destreza con los burros y los antiguos aperos de labranza. La jornada culminó con una comida campestre en el casco urbano, donde se compartieron productos locales como chorizos, hornazos, quesos y vino, fomentando la convivencia y el orgullo por las raíces rurales.

La Plataforma agradeció la alta participación en el evento y, especialmente, el compromiso de los dueños de los burros, protagonistas esenciales de esta jornada reivindicativa y festiva. También lamentaron la ausencia de implicación institucional por parte del Ayuntamiento en una cita pensada para unir al pueblo en torno a su patrimonio.

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