"Nos hemos quedado absolutamente sin nada". Es el lamento del alcalde de San Vicente de la Cabeza, Fernando González, ante la decisión tomada por telefónica que ha procedido al corte de la telefonía fija en el municipio, lo que sume a muchos de los 300 vecinos y al propio consistorio al más absoluto aislamiento.
Con una señal móvil inexistente y el satélite dependiente del estado de los cielos, la única alternativa residía en una telefonía fija que se ha procedido a cortar "sin previo aviso".
Una situación que obliga al Ayuntamiento a cerrar sus puertas, incapaz de prestar los habituales servicios de atención al ciudadano: "Si todo lo que nos exigen ahora es poder trabajar telemáticamente con nuestros vecinos y con las administraciones y resulta que no tenemos medios, que alguien nos explique cómo lo podemos hacer".
La situación ha sido puesta en conocimiento de la oposición del municipio. El regidor ha mostrado su enfado "manifiesto" ante un corte que ya se había comunicado por parte de la empresa hace dos años de la previsión de cierre de la totalidad de su red de cobre. "Nos dijeron que en mayo del año pasado estaría funcionando la fibra, estamos en diciembre de 2023 y no sabemos si alguna vez llegará".

Por el momento, el consistorio asegura que no llega ningún tipo de solución a corto plazo por parte de Telefónica "más allá de buenas palabras", lo que ha provocado un lógico malestar por parte de los vecinos que también se han visto directamente afectados. "La indignación es total". Asegura que con este tipo de decisiones no hacen sino tratar de "acabar con los pocos habitantes que quedamos en el mundo rural".
En una zona con más de 300 habitantes, sólo algunos de ellos disponen con alternativas en forma de antenas parabólicas si bien la cobertura no es continua. "Es una total dejadez. Nos han dejado vendidos como el 99% de las personas que viven en los pueblos son mayores que en la mayoría de los casos lo que hacen son resignarse y no protestar lo que debieran, nos siguen tratando como a tontos".
Un "problema de manual" que se ha repetido en semanas pasadas en Bermillo de Alba, tal y como ha recordado el presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez, que ha avisado del problema que supone realizar una portabilidad sin asegurar que hay alternativa para mantener la conexión. "En el caso de Bermillo de Alba eran familia, aquí lo son familias y Ayuntamiento".
En este sentido, Faúndez ha considerado que debe existir algún tipo de alternativa y ha lamentado que exista una "absoluta falta de diálogo". Todo ello con la reconversión total a una fibra óptica que todavía no termina de llegar y condena a vecinos e instituciones a la incomunicación: "Se están riendo de nosotros vil y miserablemente".
