Las cifras de fallecimientos por COVID-19 cuentan con el óbito de más de trescientos zamoranos a cuenta de la pandemia, pero también es de anotar la mortandad en una población más que envejecida y que con medias de más de 65 años no puede esperar más que a parte de la inmigración por falta de oportunidades y servicios, el ámbito rural se muera y lo haga de forma cruel.
Extrañamente y con dos residencias de mayores en la localidad Fermoselle y con la pandemia aunque siga activa con menos virulencia se da la salvedad que en este 2020 se registran 14 fallecidos que es una cifra según las autoridades de la localidad mucho más baja que la que ocurría en años anteriores puesto que en pasados ejercicios se habría hasta duplicado la cifra, llegando a 25 personas fallecidas en el primer semestre del año.
En el ámbito opuesto, en el de los nacimientos, en Fermoselle con una población de poco más de 1.000 habitantes, no hubo nacimientos en los tres años anteriores, siendo 2017 el último año en el que se registró un nacimiento en la localidad. Este 2020 un nuevo follaco forma parte de la localidad.
