La mascarada tradicional del Tafarrón de Pozuelo de Tábara hizo historia hace ya cinco años al estar protagonizado por primera vez este personaje de antruejo por una mujer. Hoy volvía por sus fueros la tradición que es una más de las que el 26 de diciembre día de San Esteban lleva a la provincia a ser protagonista absoluta
Los vecinos de Pozuelo de Tábara viven hoy su ancestral mascarada de El Tafarrón, su principal seña de identidad cuyo origen se pierde en los siglos. Entrantes, mayordomo, alcaldes, Tafarrón y Madama escenificaban esta mañana por las calles un rito que se repite cada 26 de diciembre y que comenzaba ayer, jornada de vísperas, con el canto de las vigilias en la iglesia -mientras el Tafarrón y la Madama permanecían fuera, pues no se les permite acceder al templo-, con los vivas, el convite del alcalde y la verbena que se prolongó hasta altas horas de la madrugada.
"Buenos días tenga en nombre del Hijo de Dios y de quienes ustedes deseen", así se daban los días en esta mañana de San Esteban a los vecinos de Pozuelo el Tafarrón y la Madama, para invitar a todos a sumarse a la comitiva y a participar en la procesión que se iniciaba con la ceremonial venia a San Esteban, que finaliza con una genuflexión ante el santo.
Una mañana de sol no como en otros lugares de al provincia como Sanzoles donde el frío de todas formas no ha podido con la ilusión con la que los vecinos esperan cada año este día que se mantiene vivo gracias a la implicación del pueblo, en especial de los jóvenes, que han ido adaptando el rito sin modificar su esencia para asegurar su continuidad con la incorporación de las mujeres en los últimos años.
Finalizada la misa, la Madama, ataviada con su peculiar traje de flores y cintas de colores y su sombrero con tul, ofreció un niño como garantía de continuidad de la fiesta en el pueblo mientras el Tafarrón, con su traje de centeno y su máscara de diablo, recibía todo tipo de ofrendas para poder hacer bien sus carreras persiguiendo a la gente por las calles para pedir el aguinaldo.
La fiesta concluye mañana con las suertes, rito por el cual los mayordomos serán elegidos alcaldes, Madama o Tafarrón para la fiesta del año que viene, cuando el pueblo entero de eche de nuevo entero a la calle para perpetuar su memoria y su identidad.
