Dos años de negociación, 25 reuniones y un callejón sin salida: el futuro del Consorcio de Bomberos de la Diputación

Tras dos años y al límite tras su aprobación de desmantelamiento, se decidirá en una asamblea o en su disolución definitiva. No hay problema que no tenga solución si hay voluntad de arreglarlo esa es la máxima y lo que han de asentar definitivamente.
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La integración de los bomberos del Consorcio Provincial en la estructura funcionarial de la Diputación de Zamora ha entrado en su fase más delicada. Tras dos años de negociaciones, más de 25 reuniones formales con los sindicatos y la práctica totalidad de las reivindicaciones concedidas por parte de la institución provincial, el acuerdo esperado parece más lejos que nunca.

La última asamblea celebrada entre los representantes sindicales y los bomberos volvió a evidenciar el bloqueo: solo 16 trabajadores participaron, de los aproximadamente 50 que forman la plantilla, y de ellos 10 votaron en contra y 6 a favor del acuerdo. Una representatividad mínima que ni representa al conjunto, ni permite desbloquear el proceso.

Un conflicto con un punto clave: el Consorcio no puede continuar existiendo

El debate no es solo laboral o económico: es legal. La jurisprudencia es clara desde hace años: los Consorcios Provinciales de Bomberos deben integrarse en las instituciones que tienen la competencia real, en este caso la Diputación.
Los municipios consorciados en Zamora, no reúnen el tamaño necesario para asumirla, y mantener una figura jurídica que ya no tiene encaje “no es posible ni sostenible”, según fuentes del organismo provincial.

Por esta razón, desde hace meses se trabaja en el tránsito hacia la Diputación, que permitiría convocar de forma ordinaria oposiciones, bolsas de empleo, refuerzos y la ampliación de personal en los parques. Algo imposible de realizar desde el Consorcio, que ya ni puede convocar plazas, ni cubrir vacantes, ni ampliar personal para los nuevos parques.

 Diputación: inversiones, mejoras y dos subidas de nivel… sin acuerdo

Durante estos dos años, la Diputación ha ido incorporando prácticamente la totalidad de las peticiones sindicales:

Dos subidas de nivel acordadas para 2027

Incrementos económicos en complementos

Refuerzos con importes superiores a los establecidos en otras plantillas

Profesionalización de los parques

Inversiones de más de 7 millones de euros en vehículos, EPIs y equipamiento

Cierre de acuerdos para el nuevo parque de Toro y el de Requejo

Pese a ello, el acuerdo final no llega. La institución considera que ha cumplido su parte y que no existen más márgenes técnicos ni jurídicos.

 El punto muerto: entroncamiento, revanchismo y falta de visión a largo plazo

Según fuentes conocedoras de la negociación, la situación se ha enredado por factores ajenos a lo estrictamente laboral:

Corto plazo frente al horizonte 2027, año en que se aplicarían las subidas prometidas

Revanchismos internos tras declaraciones pasadas

Falta de participación: de 50 bomberos, solo 16 acudieron a la última asamblea

Desgaste emocional tras dos años de reuniones

Las conversaciones entre cargos políticos y representantes sindicales revelan frustración: la “cerrazón”, la falta de análisis, el “no por no”, el miedo a posicionarse frente a otros compañeros y el bloqueo a cualquier avance parecen ser los factores que han frenado un acuerdo que había estado prácticamente cerrado en varias ocasiones.

 La Diputación mantiene la hoja de ruta: si no hay acuerdo, se disolverá el Consorcio si o si

Dado que el acuerdo sindical no existe, la Diputación regresará a la vía legal obligatoria:

Disolución del Consorcio el 1 de enero. Integración directa de los bomberos en la Diputación, pero con las condiciones actuales, sin:

subidas de nivel

refuerzos acordados

mejoras económicas propuestas

Es decir: la plantilla perderá todas las mejoras negociadas durante dos años.

Tal y como señalan varias de las fuentes internas:

“No me bajo de la hoja de ruta. La ley obliga. Si no quieren el acuerdo, entrarán con las condiciones actuales, sin mejoras. Lo han elegido ellos”.

 La asamblea de todos los trabajadores: la última salida antes del punto de no retorno

La única vía que podría revertir la disolución y activar las mejoras pactadas sería:

→ Una asamblea general de los 50 bomberos, con una votación clara y representativa.

Varios interlocutores admiten que esta opción permitiría “salvar el acuerdo”, pero la asistencia y participación han sido mínimas en reuniones clave. Delegar votos, no acudir, no posicionarse o no justificar los motivos del “no” han contribuido al deterioro de la situación.

 2027: el acuerdo que nunca llegó… y que ya no llegará si se mantiene el bloqueo

Los bomberos perderían:

Dos subidas de nivel

Subida del complemento de destino

Mejora económica de refuerzos

Procesos de estabilización y consolidación diseñados a su medida

Prioridad en bolsas y convocatorias

Estabilidad a largo plazo con una estructura profesionalizada

Se integrarían, sí, pero tal como están hoy, sin crecimiento profesional durante años.

Dos años perdidos… y un camino que ya solo puede decidir la plantilla

Mientras tanto, la Diputación asegura que: Cumplirá la legalidad. Integrará a todos los bomberos. Seguirá avanzando en los proyectos de los nuevos parques. No reabrirá una negociación que ha quedado en punto muerto Lo que ocurra ahora depende únicamente de los trabajadores:
una asamblea general que desbloquee el pacto… o la integración automática sin mejoras.

Un conflicto que marcará la historia reciente del servicio provincial de bomberos

Zamora ha invertido, planificado y negociado durante años para modernizar su red de emergencias. El proceso estaba listo para culminar en 2027 con una plantilla profesionalizada, mejor pagada y mejor equipada. Hoy, todo ese avance pende de un hilo.

La provincia necesita un servicio moderno y estable. La plantilla necesita seguridad y un horizonte claro. La ley exige una integración inevitable.

La pregunta es:
¿será posible el acuerdo en una asamblea que represente a todos, o se consumará la disolución sin mejoras?

Zamora, la Diputación y los propios bomberos aguardan la respuesta. Un último escalón para cerrar cediendo desde todas las partes, los mediadores siguen apostando por conseguir un consenso y limar definitivamente todas las asperezas, la oportunidad es de oro y tras haber dejado atrás lastres e impedimentos, sería triste dejar pasar esta oportunidad. Zamora y sus bomberos de la Diputación merecen un acuerdo definitivo.

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