Este lunes 21 de octubre, la Diputación de Zamora ha presentado su cuenta general correspondiente al ejercicio de 2023, reflejando un balance positivo con un superávit de 6.243.000 euros y un remanente total de tesorería de 84,4 millones de euros. La institución destaca por su solvencia financiera, manteniendo una deuda cero y cumpliendo con la estabilidad presupuestaria. El documento será llevado a pleno el 29 de octubre, cumpliendo los plazos establecidos por el Ministerio de Hacienda.
Una de las claves de la presentación ha sido la distinción entre el remanente total y el remanente aceptado. De los 84 millones, 65,3 millones ya están comprometidos en proyectos e inversiones destinados a la mejora de infraestructuras, planes municipales de obras y otras actuaciones. Por lo tanto, el remanente disponible asciende a 15,4 millones de euros, una cifra significativa para la ejecución de nuevas iniciativas durante el año.
En cuanto a la gestión de los recursos, la Diputación ha mostrado una eficiencia notable en la ejecución presupuestaria. La ejecución de gastos alcanzó el 97,57%, mientras que la de ingresos llegó al 99,5%. Además, se ha destacado el bajo periodo medio de pago a proveedores, con una media anual de 8,12 días y un mínimo de 4,79 días en algunos meses, lo que sitúa a la Diputación como una de las administraciones más ágiles en este aspecto a nivel nacional.
El superávit obtenido se debe en parte a la no ejecución de algunas partidas presupuestarias, especialmente del Capítulo 1, que contempla la reestructuración de puestos de trabajo. Este margen ha permitido a la institución mantener una elevada liquidez, incluso mientras se desarrollan procesos de selección de nuevo personal.
Con una filosofía inversora, la Diputación de Zamora reafirma su compromiso de que los fondos públicos se destinen a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la provincia. "El dinero debe estar en la calle, no en las cuentas", han señalado desde la institución, subrayando que estos recursos se orientan a la revitalización de las infraestructuras locales y al desarrollo de los municipios.
Por otro lado, la presentación también ha abordado la preocupación por la supresión de las patrullas de Fiscal y Fronteras en las comarcas de Aliste y Sayago. La Diputación advirtió sobre el impacto de la pérdida de efectivos en estas zonas rurales, que podría afectar a la seguridad local.
