La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia las trabas que está poniendo el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Zamora para hacer guardias de incendios helitransportadas, lamentando el hartazgo de los agentes medioambientales de la provincia ante la pasividad del Servicio y el incumplimiento del Decreto de incendios.
Cuando falta un mes para que se cumpla un año del primer incendio que redujo a cenizas buena parte de la Sierra de la Culebra, los agentes medioambientales observan con impaciencia cómo el operativo sigue igual, ante un verano que se prevé similar al de 2022. La gota que ha colmado el vaso son las dificultades que está poniendo el Servicio de Medio Ambiente de Zamora para que se hagan guardias de incendios helitransportadas, algo que viene recogido en el decreto.
Por intereses desconocidos y exponiendo motivos y excusas ridículas, dice CSIF, el Servicio Territorial no quiere que los agentes realicen ese servicio, a pesar de que, en provincias limítrofes como León o Salamanca, con parecidas características en materia de incendios, “las vienen realizando desde hace muchos años con un balance muy positivo por parte de agentes, pilotos e incluso los propios servicios territoriales”.
Se trata de un grupo de agentes voluntarios con mucha experiencia, que asumirían un mayor riesgo, una mayor responsabilidad y, por supuesto, una mayor carga de trabajo, ya que volarían a aquellas zonas donde fuera necesaria su presencia y todo ello por 7€ de diferencia con una guardia terrestre, explica CSIF.
Todo esto fue expuesto en una reunión entre agentes y personal técnico, que se celebró en el mes de marzo en Zamora, entregándose un informe para que fuese remitido a los servicios centrales en Valladolid. Pero el Servicio Territorial “sólo da largas y evita tomar decisiones, esperando que el tiempo se eche encima”.
“Los mega-incendios de la Culebra de 2022 son los incendios de los próximos años, y todas las oportunidades de mejora del operativo deben ser tenidas en cuenta. Nos va a hacer falta experiencia, ganas, voluntad y mucha pericia para hacer frente a lo que viene”, insiste CSIF.
Dada su condición de autoridad y directores de extinción, los agentes medioambientales pueden, desde los primeros instantes del incendio, tomar decisiones, solicitar medios acordes a la magnitud del incendio, valorar los posibles riesgos y organizar y dirigir una acción contundente para evitar un gran incendio.
