El Consejo Agrario de Zamora, reunido este lunes, ha definido los precios máximos y mínimos para el aprovechamiento de pastos en la provincia, así como las fechas tope para la recolección de diferentes cultivos. Según informó el delegado de la Junta, Fernando Prada, el acuerdo establece tres categorías de precios por hectárea: la primera categoría se fija entre 5 y 7,23 euros, la segunda entre 4 y 5,85 euros, y la tercera entre 3 y 4,36 euros por hectárea.
Además, se determinaron las fechas límite de recolección para cultivos destinados a uso animal y alimentario, con el objetivo de regular y optimizar el rendimiento agrícola. Así, las leguminosas de destino animal como beza, colza y algarrobo tendrán un plazo máximo de recolección hasta el 31 de julio; el trigo y el centeno hasta el 15 de agosto; el garbanzo y la lenteja hasta el 31 de agosto; y la alubia y el girasol hasta el 30 de septiembre. La fecha de recolección para el maíz y la remolacha se ha establecido hasta el 31 de marzo de 2025.
Otros temas de relevancia tratados en la sesión incluyen el traspaso de propiedades de juntas agropecuarias a ayuntamientos, manteniendo siempre el uso agrario de estos terrenos en localidades como Matilla-La Seca y San Miguel de la Ribera. Durante la reunión, se abordaron también las dificultades que enfrenta el sector agrícola, como el aumento de costos en fertilizantes, combustibles y la competencia con los cereales de importación.
Prada destacó, además, la necesidad de actualizar las normas subsidiarias provinciales, cuyo marco regulador data de años anteriores. Según el delegado, la Consejería de Medio Ambiente y la Junta de Castilla y León están trabajando junto a organizaciones agrarias en la revisión de estas normas, en una línea similar a la llevada en provincias como Soria, Valladolid y León.
En el ámbito de la Política Agraria Común (PAC), se destacó que Castilla y León ya ha adelantado el 70% de las ayudas a 7.116 explotaciones agrícolas en Zamora, lo que supone una inyección de 47 millones de euros para la provincia. Este avance financiero se complementará con nuevas subvenciones para los sectores ganadero y agroalimentario en los próximos meses.
En cuanto a las condiciones climáticas del ciclo agrícola 2023-2024, se analizaron las temperaturas extremas registradas en julio y agosto, con más de 35 grados durante 30 días, y su impacto negativo en cultivos como la vid y el pistacho. Las precipitaciones, aunque superiores a la media de los últimos diez años, también influyeron de forma irregular en la producción de cultivos, afectando la cosecha de pimientos y cereales en algunas áreas. Sin embargo, el balance general ha sido positivo, con un notable incremento en la producción de trigo, que pasó de 114.633 toneladas en 2022-2023 a 235.882 toneladas en 2023-2024, casi triplicando el rendimiento del año anterior, cuando la sequía había mermado la cosecha.