En un movimiento que ha generado un profundo malestar entre los vecinos, el Ayuntamiento de Vega de Tera ha decidido cortar los dos únicos pinos adultos que adornaban el parque de juegos y biosaludable de la localidad de Milla de Tera.
Esta controvertida acción ha sido duramente criticada por Ecologistas Zamora, que ha alertado sobre la irreversible pérdida de patrimonio natural que supone el derribo de estos árboles. Según la organización ecologista, cada uno de los pinos talados tenía la capacidad de fijar alrededor de 60 kg de CO2 al año, además de proporcionar sombra esencial en el verano y servir como hábitat para diversas especies.
La justificación dada por el Ayuntamiento para este acto ha sido la presencia de la procesionaria, un insecto que, si bien puede causar daños a los árboles, puede ser controlado mediante medidas simples y económicas. Otra razón alegada fue la supuesta cercanía de uno de los pinos a un edificio municipal.
Sin embargo, Ecologistas Zamora sostiene que las acciones deben estar respaldadas por justificaciones técnicas sólidas y no simplemente especulativas. Además, señalan que los árboles no deberían ser talados durante la época de nidificación, que comienza a principios de marzo. Los vecinos también expresan su descontento, ya que los pinos proporcionaban la única sombra en el parque.
Este caso no es único, ya que situaciones similares han ocurrido en otros municipios donde la falta de supervisión y la despoblación permiten que el Ayuntamiento actúe de manera arbitraria y sin consulta pública. Ecologistas Zamora hace un llamamiento a la contención frente al "espíritu arboricida" en el medio rural y exige que los municipios defiendan su riqueza natural, incluso en el entorno urbano.