En Zamora capital el camposanto de San Atilano ha vuelto a registrar una gran afluencia de publico, las horas centrales del día fueron un año más un hervidero de idas y vueltas en coche y tras el mal sábado llegó el mejor domingo y lunes. Ya por la tarde quedaban pocos centros de flores en las casetas de la entrada y los vendedores hacían sus últimas ofertas ante un paso de cientos de personas que han vestido las tumbas, lápidas y nichos de un colorido especial el del recuerdo a los seres queridos.
Miles de zamoranos descansan en San Atilano, ocupando una gran extensión de terreno y mucho sitio en las memorias de los que mantienen vivas sus experiencias con los que nos hicieron, aguantaron o apenas vieron la luz. Este fin de semana junto con el día de difuntos siguen marcando fechas señaladas en los calendarios, este año si cabe con un mayor ímpetu tras meses de pandemia y restricciones.
En Toro también ha sido este lunes día de paso por el cementerio al igual que en toda la provincia.
En Sanabria, en el Puente, en Riofrío de Aliste, Granja de Moreruela, Coreses y tantos y tantos cementerios que siguen en muchos casos pidiendo arreglos estructurales, salvo los de la Zamora vacía que ahora ya no necesitan más que un pequeño mantenimiento ya que la acogida de los pocos que quedan será fácil.
Un gran ahorro para ayuntamientos que ya no tienen a penas partida para adecentar los cementerios ya que cada vez hay menos óbitos puesto que también son más lo que emigran y solo dejan ese espacio pequeño de no más de dos metros por metro y medio para el descanso eterno.