El Teatro Ramos Carrión ha vibrado este miércoles con la representación de Forever, una conmovedora obra de Kulunka Teatro. Esta coproducción con el Centro Dramático Nacional, el Teatro Arriaga de Bilbao y el Teatro Victoria Eugenia de Donostia marca el regreso triunfal de la compañía tras el éxito de sus anteriores espectáculos, André y Dorine y Soledades .
En Forever, Kulunka Teatro mantiene su distintivo lenguaje silencioso a través del uso expresivo de máscaras, combinando la ternura y la crudeza que caracterizan a su estilo. La obra retrata la historia de una familia atrapada en la distancia entre sus sueños y su realidad, explorando temas universales como la maternidad, la educación, la discapacidad y la incomunicación.
El montaje utiliza una plataforma giratoria que simboliza la noria de la vida, un tiovivo que no solo refleja los altibajos de los protagonistas, sino que ahonda en su dolor con cada giro. La narrativa, cargada de humor e ironía, invita a reflexionar sobre las paradojas del amor y las complejidades de las relaciones familiares.
A través de un enfoque visual y emocionalmente impactante, Forever plantea una pregunta inquietante: ¿Hasta dónde puede arrastrar la incomunicación a una familia? En su universalidad, esta obra logra tocar fibras profundas, dejando al público con la sensación de que la historia que acaban de presenciar podría ser, en el fondo, la suya propia.
