La Virgen del Pilar, más que una patrona es un legado cultural

La devoción de la Guardia Civil hacia la Virgen del Pilar se origina en el Colegio de Huérfanos de Valdemoro, donde el primer capellán castrense, Miguel Moreno, fomentó su veneración en 1864. En ese mismo año, se declaró oficialmente a la Virgen del Pilar como patrona del colegio. Esta devoción se extendió entre los guardias formados allí, lo que llevó al director general del Cuerpo a solicitar su proclamación como Patrona de la Guardia Civil en 1913, solicitud que fue aprobada por el rey Alfonso XIII.

La Real Orden del 8 de febrero de 1913 dio lugar a la celebración de la festividad en honor a la Virgen del Pilar, estableciendo principios de compañerismo y homenaje a los compañeros caídos. La celebración debía incluir un reconocimiento a la patria y al rey, promoviendo la unidad entre los miembros del Cuerpo. En años posteriores, el director general estableció que la festividad incluyera una Santa Misa en memoria de los fallecidos, siendo la primera ceremonia de un carácter austero debido a la situación del país.

A lo largo de los años, la Guardia Civil ha realizado diversas ofrendas a la Virgen del Pilar, como mantos, placas conmemorativas y la Cruz de Oro del Mérito. Estas ofrendas simbolizan el respeto y la gratitud de la institución hacia la Virgen. La tradición se remonta a la aparición de la Virgen al apóstol Santiago en el año 40 d.C., quien recibió instrucciones para construir una iglesia en su honor junto al río Ebro.

La festividad del 12 de octubre, Día de la Hispanidad, coincide con la conmemoración de la aparición de la Virgen del Pilar y la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492. Esta fecha, establecida en 1892, no solo recuerda el pasado imperial, sino que también celebra la unión entre España y América. El 12 de octubre representa un momento para reflexionar sobre el intercambio cultural que surgió tras ese encuentro.

La historia de la Virgen del Pilar es un símbolo de la conexión espiritual y cultural entre España y América. Su figura representa la integración de tradiciones y el deseo de convivencia, en contraposición a otras formas de colonización. Así, la Virgen del Pilar no solo es venerada como patrona de la Guardia Civil, sino también como un emblema de la hispanidad y la unidad entre dos mundos.