jueves. 25.04.2024
Catedral de San Esteban
Catedral de San Esteban

El país austríaco se ha estancando en el 60% de inmunidad, incapaz de hacer frente a las reticencias que provocan las vacunas lo que, sumado a los cambios de criterio del Gobierno, no han hecho sino aumentar más el recelo de sus habitantes.

Para tratar de revertir esta situación, los puntos de vacunación se están trasladando a los lugares más inverosímiles como la de una cadena de supermercados que ha habilitado varias tiendas de vacunación mientras la Iglesia ha ofrecido también la Catedral de San Esteban como espacio para impulsar los pinchazos contra la Covid-19. 

A todo ello hay que sumar la labor de un autobús que va recorriendo los barrios más periféricos de la ciudad de Viena para tratar de impulsar el número de personas inmunizadas. Es la cruz de una Europa que sigue imponiendo restricciones mientras en el resto del continente comienzan a relajarse las medidas ante el freno de los contagios y muertes diarias. 

Y es que si a principios de julio el presidente del Gobierno austríaco Sebastian Kurz aseguraba que la pandemia ya había pasado para los que estaban vacunados (entonces un 40% de la población) el panorama hoy se ha revertido pasando de los 200 casos y cero fallecidos a poseer los niveles más altos de incidencia y hospitalización UCI de los últimos cinco meses. 

En el súper o en la iglesia: la forma de impulsar la vacunación en Austria