Informe sobre la cesta de la compra: Los productos más baratos, los que más suben, hasta un 37% en tres años

Según el último informe del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona (IDRA), la concentración de poder en seis grandes grupos, que controlan más de 100 marcas en España y las grandes cadenas de distribución —Mercadona, Carrefour, Lidl— con ganancias históricas, permite a unas pocas empresas controlar precios, producción y distribución, y reaccionar de manera coordinada ante los aumentos de costes, lo que amplifica la subida de precios para los consumidores
 
Cesta de la compra. Fotografía de archivo
photo_camera Cesta de la compra. Fotografía de archivo

Comprar lo básico se ha convertido en un verdadero reto para miles de familias. Carne, leche, aceite de oliva o café: todo sube. Mientras los hogares intentan ajustar su presupuesto, las grandes corporaciones del sector agroalimentario acumulan beneficios récord.

Según el último informe del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona (IDRA), la cesta de la compra ha subido un 14,4 % en el último año, mientras que el volumen adquirido descendió un 3,6 %. En la provincia de Zamora, el incremento fue del 2,9 %, uno de los más altos de la región. Esto significa que las familias pagan más por menos productos y con menos margen para otros gastos esenciales como la vivienda o la luz.

Inflación persistente: lo barato sube más

El fenómeno conocido como cheapflation está golpeando con fuerza a Castilla y León. Los productos más económicos —los que suelen consumir los hogares con ingresos más bajos— han subido un 37 % en España entre 2021 y 2024, mientras que los de gama alta subieron solo un 23 %. “Estamos viendo cómo las familias sustituyen marcas por marcas blancas, formatos más pequeños o productos de menor calidad, y aun así el gasto sigue aumentando”, alertan los economistas. En Castilla y León, esto se traduce en que muchas familias rurales y urbanas de ingresos medios y bajos destinan una parte creciente de su sueldo a alimentación.

Oligopolio y control del mercado

No todo es inflación global. La estructura del sector también pesa. Seis grandes grupos —entre ellos Vall Companys, Ebro Foods y Coca‑Cola Europacific Iberia— controlan más de 100 marcas y empresas en España, y en 2024 sumaron 1.281 millones de euros en beneficios.

Las grandes cadenas de distribución —Mercadona, Carrefour, Lidl— también registraron ganancias históricas, con una rentabilidad cercana a los 7.500 millones de euros. Esta concentración de poder permite a unas pocas empresas controlar precios, producción y distribución, y reaccionar de manera coordinada ante los aumentos de costes, lo que amplifica la subida de precios para los consumidores.

El papel de la especulación

A esto se suma la financiarización de los alimentos. Los mercados de futuros agrícolas permiten a fondos de inversión y grandes bancos especular con productos básicos como trigo, arroz o aceite, sin relación directa con la producción real. Esta práctica aumenta la volatilidad y puede generar picos de precios inesperados, afectando directamente a los bolsillos de las familias zamoranas.

Propuestas para un cambio de rumbo

El informe consultado plantea soluciones que podrían aplicarse también en Castilla y León:

  • Infraestructuras públicas de distribución: mercados locales y plataformas de proximidad que conecten productores con consumidores.

  • Control de precios en alimentos esenciales para proteger a los hogares más vulnerables.

  • Condiciones laborales dignas en el campo y la distribución.

  • Regulación de mercados financieros y futuros agrícolas para limitar la especulación.

  • Apoyo a pequeños productores mediante ayudas públicas y acceso a tierra y recursos.

En conclusión, la subida de la cesta de la compra en Zamora y Castilla y León no es solo consecuencia de la inflación o de factores externos: responde a un modelo estructural del sector agroalimentario que favorece a unos pocos y presiona a la mayoría

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