El Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027 ha sido aprobado finalmente tras recibir el respaldo de las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular (PP), que anteriormente habían bloqueado su avance. La ministra de Sanidad, Mónica García, presentó el plan este viernes en el Consejo Interterritorial, asegurando que no hubo votos en contra, y destacando la importancia del acuerdo alcanzado.
Este plan, que cuenta con una financiación de 39 millones de euros, había generado controversia inicialmente, especialmente entre las comunidades del PP, que se habían mostrado reacias debido a la falta de un presupuesto específico y la desvinculación con la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM). Sin embargo, con la incorporación de nuevas directrices y el respaldo de la SEPSM, el plan ha logrado un consenso amplio. Ahora, se podrá implementar en todo el país.
El Plan de Acción establece ocho líneas de acción clave para avanzar hacia un modelo de atención más humanizado y comunitario. Entre los principales objetivos se destacan la reducción del uso de internamientos forzosos, el fomento de alternativas a la institucionalización y la regulación del uso de psicofármacos, en un país que lidera el consumo de benzodiazepinas en Europa.
Una de las innovaciones más relevantes del plan es el fortalecimiento de la prescripción social, que propone mejorar la atención a los pacientes sin depender exclusivamente de medicamentos. Esto incluye el acceso a programas de integración comunitaria, actividades culturales y apoyo social, fundamentales en la recuperación de las personas con problemas de salud mental.
El plan pone un especial énfasis en los colectivos vulnerables, priorizando la atención a niños, adolescentes y salud mental perinatal. Para ello, se crearán más unidades especializadas y se ampliarán los equipos de intervención precoz. Además, se reforzarán los recursos humanos en salud mental con un enfoque interdisciplinario, lo que incluirá la contratación de más psicólogos y psiquiatras en el sistema sanitario público.
El plan también introduce importantes medidas para integrar la salud mental en los ámbitos laboral y educativo. Se establecerán directrices para que las empresas adopten medidas de prevención y apoyo a los trabajadores con problemas de salud mental, promoviendo entornos laborales saludables. Además, se implementarán programas de educación emocional en colegios e institutos, con el objetivo de sensibilizar a los más jóvenes sobre la importancia del bienestar psicológico y la detección temprana de trastornos mentales.E
Con la aprobación de este plan, España da un paso decisivo para modernizar la atención en salud mental, alineándose con las recomendaciones internacionales y acercándose a un modelo más adaptado a las necesidades de los pacientes. Si bien el plan no incluye medidas específicas para la prevención del suicidio, esta cuestión ya cuenta con un plan propio aprobado en febrero.