viernes. 29.03.2024
Uniforme triángulo púrura
Uniforme triángulo púrura

Los testigos de Jehová, conocidos entonces también como los Estudiantes de la Biblia, “fueron el único grupo en el Tercer Reich que fue perseguido únicamente sobre la base de sus creencias religiosas”, como afirma el profesor Rober Gerwarth.2 Según la historiadora Christine King, el régimen nazi calificó a los Testigos como “enemigos del Estado” por “su rechazo público a aceptar incluso los elementos más insignificantes del nazismo, los cuales no encajaban con su fe y creencias”.


Por motivos religiosos, los testigos de Jehová eran políticamente neutrales, y se negaron a hacer el saludo Heil Hitler, a participar en actos racistas y violentos o a alistarse en el ejército alemán. Además, “en sus publicaciones denunciaban públicamente las maldades del régimen, incluyendo lo que estaba ocurriendo con los judíos”, apunta King.
Los Testigos fueron de los primeros en ser enviados a los campos de concentración, donde llevaban un símbolo en el uniforme que los identificaba: “el triángulo púrpura”. Más de una tercera parte de los 35.000 testigos de Jehová que vivían en la Europa ocupada por los nazis, sufrieron una persecución directa.

La mayoría fueron arrestados y encarcelados. Cientos de sus hijos fueron llevados a casas nazis o a reformatorios. Cerca de 4.200 Testigos fueron enviados a campos de concentración. Una autoridad destacada en la historia de la Alemania nazi, Detlef Garbe, escribió: “La intención expresa de los dirigentes nazis era eliminar completamente a los Estudiantes de la Biblia de la historia de Alemania”.  Se calcula que unos 1.600 testigos de Jehová murieron, 370 de los cuales fueron ejecutados. Los nazis intentaron romper las convicciones religiosas de los Testigos ofreciéndoles la libertad a cambio de un juramento de obediencia.

La norma Erklärung (publicada a partir de 1938) exigía que el firmante renunciara a su fe, denunciara a otros Testigos a la policía, se sometiera plenamente al gobierno nazi y defendiera la "Patria" con las armas. Los funcionarios de las prisiones y los campos a menudo utilizaban la tortura y las privaciones para obligar a los Testigos a firmar. Según Garbe, "un número extremadamente bajo" de Testigos se retractó de su fe.Geneviève de Gaulle, sobrina del general Charles de Gaulle y miembro de la Resistencia Francesa, dijo sobre las mujeres testigos de Jehová prisioneras en el campo de concentración de Ravensbrück: “Algo que admiraba mucho de ellas era que podían haber salido en cualquier momento con tan solo firmar un documento abjurando de su fe [...]. A la larga, estas mujeres, en apariencia tan débiles y extenuadas, resultaron ser más fuertes que la SS, que disponían del poder y los medios. Su fuerza residía en su férrea voluntad que nadie pudo vencer”.

Miles de testigos de Jehová también fueron las víctimas del Nazismo, del Holocausto